Exponente de la nueva ola de cine rumano, Corneliu Porumboiu descubrió el silbo gomero hace doce años en un reportaje en televisión y lo ha convertido en protagonista de su última película, «La Gomera», un homenaje al cine negro con toques de humor absurdo que llega el próximo viernes a los cines españoles.

«Todas mis películas giran en torno al lenguaje y la confusión que puede generar cuando sus protagonistas no se entienden entre sí», dice Porumboiu en una entrevista telemática con Efe desde Bucarest.

«El silbo me pareció muy poético y divertido, empecé a leer sobre ello, a investigar, y me puse a escribir un guion que tuve parado un tiempo porque no me gustaba mucho, pero después de «El tesoro» (2015) lo retomé con el resultado actual», añade.

La película compitió por la Palma de Oro en el último Festival de Cannes presencial, en 2019, pero la covid ha retrasado su estreno hasta ahora en España. En otros países puede que no llegue a estrenarse, lamenta el director. «Pero al fin y al cabo esto es una parte muy pequeña de lo que ha sido este año de pandemia para tanta gente, ha sido difícil para todos».

Bajo la etiqueta de la nueva ola rumana se engloban directores de estilos muy variados, como Cristian Mungiu, Calin Peter Netzer, Cristi Puiu o el propio Porumboiu, cuyos principales puntos en común son que pertenecen a la era post-Ceaucescu y que han obtenido el reconocimiento de los grandes festivales en los últimos años.

Porumboiu se dio a conocer con «12:08 al este de Bucarest» (2006), con la que ganó el premio a la mejor opera prima en Cannes, y en la que en clave de sátira reunía a una serie de personajes que recordaban la revolución rumana de 1989.

«La Gomera» es su quinto largometraje de ficción y el primero que rueda, en parte, fuera de Rumanía, con Maren Ade, la directora de «Toni Erdmann» (2016), como una de sus productoras.

La trama, con una estructura deliberadamente confusa de saltos temporales, sigue el periplo por las Canarias de Cristi (Vlad Ivanov), un policía corrupto encargado de recopilar información para liberar a un hombre de negocios con un pasado turbio.

Para lograrlo deberá aprender el silbo, la lengua basada en silbidos que practican algunos habitantes de la Gomera para comunicarse en las montañas y que ya usaban los primeros aborígenes canarios.

Los actores tuvieron que aprender a practicarlo con un profesor particular. «Los actores tienen una capacidad para aprender más rápido que la mayoría de nosotros, entrenaron mucho, a veces hubo que doblarlos porque no les salía muy bien pero en general se lo tomaron en serio y lo consiguieron», describe el director, de 45 años.

Porumboiu explica que el personaje que interpreta Vlad Ivanov, el protagonista, es el mismo que aparecía en «Policía, adjetivo» (2009). «Me planteé cómo encontraría a ese personaje diez años después y el resultado es éste, completamente diferente», señala.

Catrinel Marlon, actriz y modelo conocida en todo el mundo como imagen de Armani, da vida aquí a una mujer fatal llamada Gilda que se adapta a los cánones del siglo XXI.

«Gilda vive en mundo en el que tiene que jugar un papel y lo acepta, es un cliché, una manera de esconderse, pero al final de la película se ve que hay algo más en ella», subraya Porumboiu.

En su reparto cuenta además con el director español y actor ocasional Agustí Villaronga («Pa negre») en el papel de jefe mafioso.

«Buscaba a alguien diferente del prototipo de mafioso, alguien con cierto porte aristocrático», explica el cineasta, agradecido porque Villaronga aceptara participar en el «casting» que organizó en Madrid.

Tras su paso por Cannes, «La Gomera» compitió este año en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde obtuvo el premio al mejor guion y el año pasado representó a Rumanía en la carrera de los Oscar.

Magdalena Tsanis / Agencia EFE