Luz Marina Medina Martín

Hace unos días leía que nuestras corredoras y corredores gomeros habían tenido un muy buen resultado en los XVIII Campeonatos de Canarias Absoluto de Pista de Invierno celebrados en el Estadio de La Manzanilla, en La Laguna.

Lucía Curbelo había ganado una medalla de plata y me acordé de cuando a las mujeres no se les permitía correr, cuando lo tenían prohibido. Históricamente a la mitad de la población, a las mujeres, se nos ha prohibido casi todo: trabajar, conducir, divorciarnos, montar una empresa y hasta tener una cuenta de ahorros. También correr.

El 19 de abril de 1967, Katherine Switzer forjó el destino de las mujeres corredoras en Estados Unidos y en todo el mundo. Se inscribió como K V Switzer para eludir los controles y lo consiguió. Después de cuatro angustiosas horas y veinte minutos alcanzó la meta. Corrió la legendaria maratón de la ciudad de Boston en Estados Unidos. Un hecho sin precedentes en una época en la que los hombres creían que las mujeres no eran capaces de correr más de una milla y media (2,4 kilómetros).

Durante la carrera, Switzer fue fotografiada como la gran curiosidad, perseguida y empujada para evitar que siguiera adelante y, finalmente, descalificada cuando cruzó la meta. Su caso hoy suena a una realidad lejana, aunque muchas vivimos cada día discriminaciones que nos recuerdan que el feminismo sigue siendo más necesario que nunca.

Muchas mujeres tenemos una carrera pendiente de correr, una que todavía hacemos y cuya meta esperamos alcanzar pronto: una sociedad que garantice la igualdad de oportunidades para todas las personas. Estoy segura que ejemplos como el de Lucía nos dan aliento para seguir adelante, juntas y diversas, hacia ese objetivo.

Tal y como dijo Séneca: “Aquella que es valiente es libre”.

Luz Marina Medina Martín
Coordinadora General de Iniciativa por La Gomera (IxLG)