La tierra siempre es agradecida. A esta expresión popular no le falta razón alguna pero no basta con plantar una simple semilla para garantizar el sustento de una familia. El proceso es largo e intervienen varios factores que pueden ser decisivos a la hora de obtener la cosecha. Entre ellos el agua, que en estos momentos es un bien más escaso que nunca. La sequía mantiene nuestras presas vacías y los agricultores claman al cielo que traiga lluvias.

El sector primario lleva muchos años enfrentándose a situaciones complicadas y a numerosos problemas estructurales, pero en muchas crisis ha demostrado ser una vía de escape para las familias canarias, algo que ha quedado evidenciado en mayor medida en tiempos de pandemia, pues muchos hemos recurrido al producto local para satisfacer nuestras despensas. Por ello, tenemos que trabajar desde todas las administraciones para lograr mayores cotas de autoabastecimiento de nuestros productos agrarios, ganaderos y pesqueros.

Sin duda, el campo no pasa por su mejor momento, ya que a sus problemas derivados del minifundismo, la insularidad y lejanía, se unen ahora los efectos generados por este dichoso virus que no hace sino acrecentar estas adversidades a las que tiene que hacer frente. Y si hablamos de dificultades, éstas adquieren mayor énfasis en el mundo de la mujer rural.

Esta semana celebramos el Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha que nos recuerda la gran labor que hacen las mujeres en este medio y que en muchas ocasiones, no es del todo reconocida. Son todo un orgullo y referente para la sociedad, ya que se enfrentan cada día a otras complejidades añadidas a las del propio sector. Por ello, debemos contribuir a su reconocimiento, algo en lo que aportamos nuestro granito de arena en La Gomera, a través de una campaña dedicada a ellas, que lleva por título ‘Mujeres rurales, mujeres visibles’.

Desde nuestro grupo parlamentario, Agrupación Socialista Gomera, hemos pedido hasta la saciedad el necesario impulso que demanda el sector, ya que si queremos avanzar en la ansiada diversificación económica necesitamos que esté fuerte para que pueda añadir más valor a nuestro PIB, con el claro objetivo de que el turismo no sea el único responsable de nuestra riqueza. Es la única forma de aliviar nuestra dependencia del exterior y nuestra vulnerabilidad ante las crisis globales.

Ahora bien, en este camino necesitamos que Europa nos corresponda aportando las ayudas que precisan las Islas como territorio RUP. Por eso, lamentamos profundamente la previsión de Europa de que no se mantenga la ficha financiera del Posei, ya que supondrá una merma del 3,9%, lo que dejará a nuestros agricultores sin recibir unos 10 millones de euros anuales. Esta decisión debe contrarrestarse de alguna forma, por lo que esperamos que el Estado pueda activar medidas que contribuyan a paliar esta pérdida de recursos.

No podemos permitir recorte alguno en estos programas, que junto con las políticas de cohesión, son cruciales para mantener el campo vivo y conocedores de que toda ayuda es bien recibida ante estas difíciles circunstancias, desde el Cabildo gomero destinamos cerca de 471 mil euros al sector primario, una ayuda que mantenemos todos los años, con el objetivo de aliviar los gastos a los que tienen que hacer frente los agricultores, ganaderos y pescadores.

No siempre resulta sencillo que la semilla dé sus frutos, en ese proceso precisa de cuidados y de mucho esmero para lograr tal objetivo. Un recorrido que no puede afrontar el agricultor sin el respaldo de las administraciones. Ahí es donde entra en juego nuestra capacidad como gestores para estar al lado del sector y responder a sus demandas. Es nuestra labor evitar que la planta se seque.