Pedro Sánchez ha anunciado que el Gobierno paralizará la actividad económica no esencial. El Consejo de Ministros aprobará esa medida en una reunión extraordinaria este domingo. «Les anuncio que el Gobierno aprobará mañana en un Consejo de Ministros extraordinario una medida excepcional: todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa en las próximas dos semanas», ha afirmado Sánchez en una comparecencia en Moncloa.

El presidente ha explicado que esa medida, que se ampliará al menos desde el lunes hasta el próximo 9 de abril, supondrá un «permiso retribuido recuperable» que «se aplicará a todos los trabajadores de todas las actividades no esenciales». «Durante estos días los trabajadores recibirán su salario con normalidad y recuperarán las horas de trabajo no prestadas de forma paulatina y espaciada en el tiempo», ha explicado Sánchez. Fuentes gubernamentales explican que ese permiso lo pagarán las empresas y que por eso las horas son recuperables.

Sánchez, que hasta ahora se había negado a paralizar por completo la actividad, como le solicitaban algunos gobiernos autonómicos y grupos políticos porque defendía que España había tomado ya las medidas más «drásticas» de los países del entorno, ha explicado que el Gobierno toma una decisión «tan contundente y tan dura» por la cercanía de la Semana Santa.

«La idea que hemos propuesto del permiso es anticipar esas jornadas festivas para en lugar de cerrar, aquellos trabajadores de servicios no esenciales puedan beneficiarse de ese permiso que luego pueda recuperarse. Lo hacemos ahora porque estamos a las puerta de la Semana Santa y podemos cortar de manera más agresiva los contactos y, por tanto, los ingresos hospitalarios y la presión sobre las UCI», ha señalado el presidente.

Sánchez se ha mostrado convencido de que si entre semana se logra reducir el nivel de movilidad y que se asemeje al de los fines de semana -que es un 15% más bajo, según fuentes de Moncloa-, se podrá frenar «de forma más acusada» el impacto de la enfermedad. El endurecimiento del confinamiento pretende, por tanto, reducir el número de contagios y, por tanto, a ayudar al sistema sanitario para que no colapse. El director de emergencias, Fernando Simón, había explicado este mismo sábado que el problema para las UCIs hospitalarias se produciría después de llegar al pico de la curva.

CONTINUAR LEYENDO EN eldiario.es