El senador por la isla de La Gomera, Fabián Chinea, ha registrado hoy, en la Cámara Alta, una moción en la que solicita la creación de una ponencia de estudio en el Senado para el impulso de un nuevo marco jurídico y el desarrollo de nuevas políticas que permitan avanzar y garantizar la igualdad real entre hombres y mujeres en cualquier modalidad deportiva.
Fabián Chinea argumenta en su iniciativa parlamentaria que “la legislación que regula las actividades deportivas en nuestro país precisa de una amplia revisión para adaptarse a los cambios sociales que se han registrado en las últimas décadas. La Ley del Deporte, que se intentó modificar en 2019, tiene más de 30 años y la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, pese a ser más reciente, no contempla referencias específicas sobre la violencia machista ni la homofobia”.
Chinea recuerda, en este sentido, que “el Consejo de Ministros aprobó el pasado día 1 de febrero de 2019 el anteproyecto de la nueva Ley del Deporte con la que se pretendía sustituir a la que está vigente desde 1990. La intención era corregir el desfase que se plantea en muchos de sus aspectos ya que la misma no se ajusta a la realidad del deporte español en la actualidad ni a varias de otras leyes más recientes”.
“La mujer deportista”, añade, “no está reconocida como profesional en la Ley del Deporte de 1990, con toda la desprotección que ello acarrea. Corregir esta situación de discriminación era uno de los grandes objetivos del Gobierno en 2019, que también apostaba en su texto por un mayor equilibrio de género en las juntas directivas de federaciones y demás entidades deportivas, una mayor protección en situaciones de embarazo o permisos de maternidad, mayor visibilidad del deporte femenino (al menos en los medios públicos) e igualdad en los premios respecto a los hombres. La convocatoria de elecciones frustró su tramitación parlamentaria en las Cortes Generales”.
Fabián Chinea se refiere a las conclusiones del reciente Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres, celebrado los pasados días 2 y 3 de diciembre, en el que se puso sobre la mesa una larga lista de discriminaciones contra la mujer que lastra su desarrollo y participación en las distintas modalidades deportivas.

 

Por ejemplo, “las mujeres deportistas en España no pueden disfrutar de un convenio colectivo que reconozca sus derechos laborales, ganan mucho menos que los hombres que practican la misma modalidad deportiva, reciben premios inferiores que los que se otorgan en la categoría masculina y sufren penalizaciones por la maternidad que no se aplican cuando se trata de una paternidad”.
La primera diferencia está en los números: mientras casi el 23% de las licencias federativas de nuestro país son de mujeres, éstas apenas representan el 14% de los puestos en las directivas de las federaciones deportivas.  También hay muy pocas entrenadoras y árbitras, lo que reduce mucho la visibilidad de la mujer en los diferentes estamentos del deporte y su capacidad de influencia, según las conclusiones del mismo Congreso.

 

A esas diferencias de número se añaden las legales: en España, sólo los deportistas profesionales pueden disfrutar de un convenio colectivo, algo que se les niega a las mujeres y que ha sido el motivo de la huelga convocada por las futbolistas, que aspiran a cobrar al menos el salario mínimo por jugar los mismos minutos con las mismas reglas y en el mismo terreno que ellos.

 

La falta de un convenio colectivo en deportes como el fútbol, baloncesto, balonmano o voleibol, los más practicados, deja a las mujeres sin derechos laborales, fuera del circuito profesional y con menores posibilidades de progresar en su disciplina.

 

En los premios que se conceden en las competiciones deportivas también las mujeres salen perdiendo. La Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional recibe denuncias cada fin de semana, según su secretaria general.

 

Chinea destaca, por otro lado, que “otra de las lacras crecientes en los recintos deportivos es la violencia de género de la que son víctimas, fundamentalmente, las menores de edad. Según algunos estudios, una de cada cinco menores sufre abusos durante el ejercicio de un deporte, sobre todo durante las concentraciones o viajes”.
“Los insultos contra las mujeres”, concluye, “se suceden especialmente en los estadios de fútbol. Una de sus últimas víctimas fue en el pasado mes de diciembre una árbitra de 16 años en un partido celebrado en la isla de Fuerteventura, en la que un aficionado le espetó de forma amenazante lo siguiente: “¡Ay esos tobillos! ¡Cómo te pille fuera te violo!».