El Pleno del Ayuntamiento de Vallehermoso ha aprobado de forma unánime la solicitud de la incoación del expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) a las populares Hogueras de San Juan, una tradición que se pierde en los tiempos y que forma parte de la cultura popular y etnográfica del municipio. De esta manera, se elevará el pertinente informe al Cabildo para que a su vez lo tramite en última instancia ante el Gobierno de Canarias, quien tiene las competencias en materia de protección del patrimonio histórico-artístico y cultural.

Para Emiliano Coello, alcalde de Vallehermoso, las hogueras de San Juan merecen este reconocimiento y protección “entre otros parámetros, por el encendido de las hogueras, el recorrido procesional acompañado de romances, chácaras y tambores, la ornamentación de los diferentes escenarios, la secuencia de la celebración unido a otros elementos aparejados como los componentes sociales, económicos e históricos”.

Asimismo, Coello manifestó que con esta declaración “buscamos que las hogueras de San Juan se conviertan en un atractivo que vaya más allá del 23 de junio, de forma que en cada enclave de las tres hogueras principales se creen elementos que sirvan para conocer e interpretar lo que supone la festividad para Vallehermoso”.

Por su parte, la responsable del área de Cultura, Esther Morales, enfatizó que esta propuesta de incluir a las Hogueras de San Juan en el Registro de Bienes Culturales de Canarias “tiene su razón al ser una manifestación cultural que tiene lugar en una fecha concreta -23 de junio- y en un espacio determinado -las zonas en torno a la cuenca del barranco de El Ingenio-, pero que, sin embargo, cuenta con unos preparativos que da comienzo algunos meses antes en torno a una organización vecinal sin carácter institucional que trabaja de forma anónima y coordinada para garantizar el mayor realce de la fiesta”.

Para ello, el Ayuntamiento encargó un informe donde se detalla la importancia manifiesta de esta fiesta a la que, junto al encendido de las hogueras tradicionales, se unen una serie de ritos y celebraciones aparejadas a la devoción católica a la imagen de San Juan Bautista, que van desde lo ornamental, lo musical, que bien podrían situar a esta solemnidad, como una de las pocas formas de celebración en el sentido más tradicional de las fiestas.

Tal y como se expone en el texto, igual que sucede en otras celebraciones tradicionales, se genera una competición o “pique” por conseguir una hoguera más vistosa que lleva aparejado el involucramiento no solo de los agentes más activos de la fiesta, sino del resto de la comunidad ,por transportar u ofrecer  tanto objetos viejos o sin uso, alguna aportación económica para el patrocinio de la exhibición pirotécnica, así  como otros elementos decorativos que ayuden a ornamentar la zona del barrio por la que el recorrido procesional discurrirá, garantizando, incluso, que dicha procesión se detenga en su “descanso” el mayor tiempo posible para que el santo, sus portadores y acompañantes puedan disfrutar de su hoguera.