Foto del momento del desalojo del avión. Foto Facebook AEA

Un niño de 11 años ha sido identificado como el autor de una nota con una amenaza de bomba que llevó a desalojar un vuelo procedente de Fuerteventura y destino Santiago de Compostela.

El vuelo debería haber salido este martes a las 20,20 horas de Fuerteventura con destino a Santiago de Compostela pero, después de ser hallada una nota en la que se amenazaba con hacer explotar el aparato, firmada por “el terrorista”, se retrasó unas horas.

Finalmente, se comunicó a los afectados por parte de la Guardia Civil que se trataba de la nota de un niño de 11 años que ya estaba localizado, así como de sus padres, y que podría hallarse ahí de otro viaje.

Así lo ha relatado una de las afectadas, la política gallega Branca Rodríguez Pazos, que fue la primera teniente de alcalde en la primera legislatura del ex alcalde socialista de Lugo Xosé López Orozco, de 1999 a 2003.

Rodríguez Pazos ha comentado que, cuando iban a salir de Fuerteventura, “a las ocho y veinte de la tarde para Santiago, cuando el avión estaba en la pista dando la vuelta para despegar, una pasajera, al abrir la bandeja, vio un papel que ponía que había una bomba y que podía estallar. La firmaba el terrorista”.

Fue entonces cuando la azafata se lo comunicó al comandante y este, dirigiéndose al pasaje, ha relatado esta testigo, “dijo que había que hacer una revisión, que había que seguir un protocolo”. “Y que teníamos que salir del avión”, ha abundado.

Al respecto, Rodríguez Pazos ha asegurado que “la gente estuvo muy bien, no hubo ningún histerismo”. “Y bajamos todos”, ha añadido. “Estuvimos allí y vino la Guardia Civil para revisar todo el avión”, ha indicado.

“Vino un capitán de la Guardia Civil y nos dijo que no nos preocupáramos, porque se tenía que seguir un protocolo hasta el final, mirar, traer perros y revisar todo”, ha comentado esta pasajera.

“BROMA PESADA”

Poco después se les trasladó que había sido “un niño de once años, que había gastado una broma” y que ya había sido localizado por los agentes, al igual que sus padres.

“Fue una broma pesada. Espero que el niño tenga un castigo porque esto causó muchos perjuicios porque había gente esperando en Santiago y otros habían alquilado coches precisamente en Santiago”, ha señalado.

Pasada la incidencia, el avión retomó su ruta y voló a Santiago, a donde llegó sobre las 4.00 horas. “Fue un hecho sin ninguna consecuencia, pero fue desagradable y hay que tener cuidado con este tipo de cuestiones”, ha concluido la exconcejala.