Nuestra isla se encuentra en un viaje hacia ninguna parte. Sin embargo, tiene futuro, y éste es y será una de nuestras preocupaciones.

Recordemos aquellos momentos históricos en la Isla: las inversiones a través del Plan Operativo Integrado (POI), El Plan de Medianías, los Planes Sectoriales, en colaboración con los Cabildos; y con esto, aún los sucesivos gobiernos de Coalición Canaria continúan invirtiendo y apostando por los ciudadanos de La Gomera. Porque lo merecen.

La última prueba de ello se ha dado en esta legislatura, cuando se ha aumentado el presupuesto –sobre todo, en los últimos dos años y medio– como en ningún otro momento de la historia: inversiones para infraestructuras, Sanidad, Educación, Servicios Sociales, así como en turismo, puertos y líneas marítimas y aéreas. Sin embargo, el avance no ha ido acorde a las mismas y menos a las que los ciudadanos esperaban, por ejemplo , invirtiendo para un cambio en el modelo productivo de una isla “Reserva de la Biosfera”, para que, aparte del turismo, el modelo económico se diversifique hacia el sector primario, en energías renovables, en la implantación definitiva de la industria (miel de palma, quesería insular, miel de abeja, bodega insular, los molinos de gofio), y la artesanía.

Para ello, en Coalición Canaria estamos convencidos de que es posible ese recambio de rumbo, dado el viaje actual. Para muestra están todas las políticas dentro de las materias que desarrolla y gestiona Gobierno de Canarias en la Isla, de una forma diferente y con demostrada solidaridad; ahí están la sanidad, educación, Puertos Canarios, las infraestructuras viarias y turísticas y, por último, la gran deuda de las instituciones gomeras en estos momentos: nuestros mayores.

El Fdcan ha sido uno de los grandes aciertos del actual Gobierno de Canarias con el Archipiélago, pero debemos reconocer que dichos recursos deben tener también otras utilidades. Están bien los miradores en las vías pero, tras una necesaria planificación, cabría potenciar mejoras de infraestructuras viarias dentro de los municipios, la limpieza de las cunetas en nuestros bosques –que, de hacerse todos los años, reduciría el riesgo de incendios– y para generar empleo en mantenimiento de senderos y caminos al borde de carreteras, procurando cierta estabilidad laboral.

La Gomera debe apostar y construir el futuro de una isla ultra-periférica con el recambio de políticas específicas, de mano junto a la ciudadanía, reflexionando para adaptar el mismo a la realidad actual, de forma participativa e integradora, basando las acciones en la innovación y en el conocimiento.