La ministra de Sanidad, Carmen Montón, da explicaciones sobre las irregularidades de su máster. GTRESONLINE

Pedro Sánchez intentó hasta el final, en contra del clamor de su partido, proteger a Carmen Montón. Pero finalmente la ministra de Sanidad no aguantó el último golpe por la tarde, cuando La Sexta reveló que había plagiado buena parte de su trabajo de fin de máster. Montón dimitió en medio del alivio del PSOE y la incomprensión que se extendió durante todo el día por la decisión del presidente de respaldar a la ministra pese a que ya se sabía que sus notas habían sido alteradas. Es el segundo ministro de Sánchez que cae en poco más de 100 días 

Según avanza el periódico El País, la responsable de Sanidad ha abandonado el puesto para que la polémica de las irregularidades de sus estudios «no influya» en la labor del Gobierno. «Estoy muy orgullosa de que Pedro Sánchez haya contado conmigo. He sentido su afecto. Los españoles tienen un magnífico presidente del Gobierno. Y para que esta situación no influya, he comunicado mi dimisión como ministra. También agradecer al equipo del ministerio el magnífico trabajo y esfuerzo», ha declarado en rueda de prensa la noche del martes.

A la tercera fue la vencida. Primero, tras la noticia del eldiario.es sobre las irregularidades de su máster, ella aguantó. Después, cuando el mismo medio reveló que se habían alterado las notas, algo aún más grave, ella también decidió resistir. Y contaba para ello con el apoyo del presidente. Pero el remate del plagio de su trabajo —un texto que ella se había negado a entregar a la prensa— llevó a Montón a rendirse.

Por entonces, varios dirigentes del PSOE y algunos ministros estaban muy inquietos por la decisión de Sánchez no solo de apoyarla de forma discreta, como hizo el lunes, sino de mojarse expresamente en el Senado y comprometer así su imagen, aunque en ningún momento habló del máster, solo de la gestión al frente de Sanidad.

El presidente escuchó desde el lunes muchas voces que le pedían que dejara caer a la ministra de Sanidad por la polémica de su máster, pero decidió respaldarla públicamente — “ha hecho un trabajo extraordinario y lo va a seguir haciendo”— y ordenó al PSOE que frenara la presión. Sin embargo, varios dirigentes y ministros creen que la presión seguirá y ven un error enrocarse.

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