Investigadores italianos anunciaron hoy que por primera vez se tienen pruebas de la presencia en Marte de agua líquida, además de salada, en un lago subterráneo bajo una capa de hielo, gracias a los resultados del radar instalado en la sondaMars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El importante descubrimiento firmado por un equipo de investigadores italianos concluye que en una región llamada Plamun Australe, localizada en la capa de hielo del polo sur de Marte, el perfil que dibuja el radar es muy similar al de los grandes lagos de agua líquida encontrados bajo la Antártida y Groenlandia en la Tierra.
La investigación, que publica este miércoles Science, fue presentada este miércoles en la sede de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y fue calificada por su presidente, Roberto Battiston, como «la más importante de los últimos años».
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigadores italianos obtuvo 29 conjuntos de muestras del radar, con las que se mapeó un área que mostraba un cambio muy pronunciado a 1,5 kilómetros bajo la superficie del hielo y que se extendía unos 20 kilómetros.
Roberto Orosei, primer investigador de este estudio y responsable científico del radar MARSIS instalado en la sonda Mars Expres, explicó que «se captó que los ecos procedentes de debajo de esta zona eran más fuertes que los ecos de la superficie y que esta circunstancia se produce solo cuando se observa agua subglacial como en la Antártida».
Orosei explicó que se han necesitado varios años para llegar a estas conclusiones y para ello se han eliminado una a una cualquier otra explicación posible hasta que se llegó la evidencia de que se trataba de agua.
Pero además, el estudio asegura que se trata de agua salada, ya que es lo que permitiría que, unido a la presión de la capa de hielo, el lago subterráneo permanezca líquido a pesar de estar a una temperatura de entre menos 30 y los 70 grados celsius, como sucede en la Tierra.
Para ello se puso como el ejemplo del lago Vostok, el más grande de los casi 400 lagos subglaciales conocidos de la Antártida, y cuya agua se mantiene liquida debido al peso que ejerce la pesada capa de hielo.
Los científicos no descartan que podría también pensarse en la posibilidad de encontrar un «deposito biológico» ya que está probado que algunas bacterias pueden sobrevivir a bajas temperaturas y sobre todo gracias a las sustancias salinas
Aunque, añade Orosei, poder encontrar alguna evidencia será difícil y se necesitarían muchos años pues se tendría que perforar. Para Orosei es un gran inicio para seguir analizando el planeta rojo gracias a la sonda Mars Express, lanzada en 2003 con el objetivo de estudiar la atmósfera marciana, su geología y para buscar rastros de agua.