Guaza

Tres personas han sido encontradas muertas este viernes, 23 de marzo, en una vivienda unifamiliar en una finca platanera en Los Llanos, del barrio de Guaza, en el término municipal de Arona, Tenerife. Los fallecidos, que convivían en el mismo domicilio, corresponden a los miembros de una misma familia, un matrimonio de entre 50 y 60 años y un anciano alrededor de 80; los cadáveres fueron hallados a primera hora de la mañana por el nieto de este último, hijo del matrimonio presuntamente asesinado.

Según informa el digital tenerifeahora.com, la investigación del suceso está en manos de la Guardia Civil, que, según fuentes consultadas por este periódico, aún desconoce cuál ha sido el móvil de lo acontecido y no se descarta ninguna hipótesis. Sí se sabe, en cambio, que uno de los fallecidos presenta signos de violencia producto de haber forcejeado con el agresor, que utilizó para los crímenes un arma blanca. Todo apunta inicialmente a que se trata de un asesinato y se descarta la calificación de violencia machista.

El matrimonio presuntamente asesinado estaba compuesto por una mujer maestra en ejercicio y un agricultor platanero.

La Guardia Civil toma declaración al hijo

La Guardia Civil está tomando declaración al hijo adoptado del matrimonio y nieto del hombre que han sido hallados muertos, ya que presenta heridas y cortes en las manos y restos de sangre, siempre según fuentes del periódico anteriormente señalado

Así lo han manifestado a Efe fuentes de la investigación, que han precisado que se trata de la persona que avisó y supuestamente encontró a los tres familiares muertos. Según explicó a los agentes, escuchó ruido en la casa y forcejeó con una persona que huyó.

Ahora los investigadores tratan de corroborar esa explicación y buscan indicios y huellas de la persona que, según el interrogado, huyó.

Los cadáveres corresponden a un hombre de unos 80 años, su hija de alrededor de 60 años y el marido de ésta, de unos 70 años, identificado como A.O.R. que, al parecer, tiene un negocio en la zona de Los Cristianos.

Las muertes se han producido por apuñalamiento y los investigadores no descartan ninguna hipótesis.