El pleno del Parlamento de Canarias ha rechazado hoy, con los votos de CC, PP y ASG y la abstención del PSOE, las dos enmiendas a la totalidad presentadas a los presupuestos autonómicos de 2018 por Podemos y Nueva Canarias.

El presupuesto, que alcanza los 8.239 millones de euros, un 12,9% más que en 2017, fue rechazado por Noemí Santana, de Podemos, por defender las políticas conservadoras y neoliberales y renunciar a atender el «desastre social y la pobreza», mientras que Román Rodríguez, de Nueva Canarias, aseguró que es una oportunidad perdida, ahora que hay una financiación del Estado justa, no incrementar el gasto en protección social y la diversificación de la economía.

El diputado del PP José Tomás Estalella, explicó el apoyo al Gobierno para garantizar el acceso a la nueva financiación aportada por el Estado, además de que los presupuestos incluyen algunas de las demandas de su partido, como la rebaja de la presión fiscal y el destino de gran parte del aumento presupuestario a los servicios sociales.

Casimiro Curbelo, de ASG, mostró su respaldo al presupuesto porque apuesta por los servicios públicos esenciales y por la inversión productiva y porque incluye una reforma fiscal que beneficia a las personas.

El PSOE optó por abstenerse y no rechazar los presupuestos por «responsabilidad», según explicó su portavoz, Dolores Corujo, quien señaló que su grupo no quiere «frenar» al Gobierno de Canarias, sino que «cambie su rumbo», y lo intentará mediante las enmiendas parciales.

La consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila, aseguró que el presupuesto «es el resultado de una actuación desprendida, humilde, concienzuda y responsable» de los partidos políticos, que han accedido al diálogo previo al que fueron convocados por el presidente Fernando Clavijo..

Agradeció el «alto sentido de la responsabilidad» de PP y ASG por su apoyo y dijo que es consciente de que no es «un cheque en blanco».

También agradeció la disposición del PSOE para llegar a acuerdos y dejar a un lado el partidismo.

Sin embargo, situó las enmiendas a la totalidad de Podemos y Nueva Canarias en la «vieja política», frente a la «nueva política» que representa el ejecutivo por su apuesta por el diálogo.

Canarias va a contar con un presupuesto sólido que crece en casi mil millones de euros, que rebaja la deuda, disminuye los impuestos a las familias, pequeñas empresas y autónomos, aumenta la inversión productiva en un 45% y destina el 80% de los recursos al gasto social, destacó la consejera.

Noemí Santana, portavoz de Podemos, afirmó que el Gobierno de Canarias es bueno en la propaganda, pero ya anteriormente presumía de aprobar presupuestos sociales y la realidad es que no se atiende a la situación de emergencia social pese a que la gente sigue igual que al principio de la legislatura o en todo caso peor, porque «los problemas o se han agravado o se han cronificado».

El gasto en educación se queda lejos del 4% del PIB reclamado por el Parlamento, el gasto sanitario pierde peso en el conjunto del presupuesto y el turismo bate récords mientras la pobreza aumenta y se renuncia a implementar una ecotasa turística, denunció.

Consideró que con casi la mitad de la población canaria en riesgo de exclusión social es «una tomadura de pelo» que se destinen 15 millones de euros de los más de 8.000 millones de presupuesto a un plan contra la pobreza.

Noemí Santana demandó una renta mínima garantizada para las personas en situación vulnerable, algo en lo que coincidió con el portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, quien propuso que se destinen 100 millones de euros a una renta social básica que se conseguirían eliminando el descuento del IGIC a la telefonía o la reintroducción del Impuesto de Sucesiones a las rentas altas.

Rodríguez, que denunció que el apoyo a las personas en políticas sociales no aumentan en presupuesto, puesto que todo el incremento se dedica a infraestructuras sociosanitarias, reclamó además una reducción en 200 millones del presupuesto en obras públicas para reubicarlo en sanidad, educación prestaciones, inversiones hidráulicas e I+D+i, que baja un 14% en la propuesta del ejecutivo.

«Hay mejoras indiscutibles en la financiación de Canarias», se ha recuperado «un trato razonablemente justo», pero hay que abandonar las políticas conservadoras y reorientar el presupuesto a la cohesión social y a la transformación de la economía, insistió.

Dolores Corujo, portavoz del PSOE, dijo que a su partido no le gustan los presupuestos, pero no quiere bloquearlos por responsabilidad y en defensa del interés general.

Reconoció avances como el aumento del gasto en sanidad, educación y vivienda, aunque denunció que el presupuesto no da respuesta ni a la pobreza ni a la exclusión social, además de que destina cero euros a la educación de hasta 3 años.

Corujo fue crítica con las medidas fiscales, en particular con los descuentos fiscales para el uso de la sanidad privada en vez de usar ese dinero para mejorar la sanidad pública o la inclusión en las bonificaciones por gastos de guardería a familias con rentas de hasta 52.000 euros, que no lo necesitan.

José Tomás Estalella, del PP, afirmó que el Gobierno de Canarias es débil y gestiona mal, pero su partido está «para sumar y dar estabilidad y certidumbre».

Matizó que el presupuesto no satisface plenamente las pretensiones del PP y por tanto habrá enmiendas parciales, ya que no es «un cheque en blanco».

Casimiro Curbelo, de ASG, consideró que los presupuestos no son perfectos pero dan prioridad a sanidad, educación y servicios sociales, si bien en el caso de la fiscalidad afirmó que echa de menos que paguen más los que más tienen.

José Miguel Ruano, portavoz de Coalición Canaria, elogió los presupuestos y mostró la disposición de su grupo a dialogar en la fase de enmiendas parciales. EFE