Pablo Iglesias

Podemos ha optado por reconducir su mensaje en Cataluña en un intento de frenar el desgaste que le ha podido suponer la estrategia de centrar la responsabilidad de la crisis política en el Gobierno de Mariano Rajoy y no plantear sus exigencias con la misma firmeza a la Generalitat.

Un giro que se ha hecho evidente en las últimas horas en las declaraciones del propio secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien ya pone en el mismo nivel la responsabilidad de Rajoy por aplicar el artículo 155 de la Constitución y la del president, Carles Puigdemont, por amenazar con declarar una independencia ilegítima.

«Con los incendios se puede hacer dos cosas: echar más leña al fuego o llamar a los bomberos. Yo creo que es el tiempo de los bomberos y apagar el fuego implica acabar con las cartas, con los comunicados, con las amenazas y apostar por el diálogo y las soluciones políticas», decía ayer Iglesias apelando a ambas partes.

Fuentes de la dirección de Podemos reconocen a Efe que se ha «perfeccionado» el discurso porque, aunque «nunca» han «eximido» a la Generalitat de responsabilidades y siempre han rechazado una declaración unilateral de independencia, ha habido un «interés mediático» en no trasmitirlo así y no se ha entendido por la ciudadanía.

De esta forma asumen que ha habido fallos en su estrategia y ahora «matizan» el mensaje repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el Gobierno central y la Generalitat.

Un cambio que llega después de las recientes encuestas que han puesto en evidencia que el «efecto Cataluña» ha pasado factura a Podemos, que incluso, según algunos sondeos publicados, podría ser superado por Ciudadanos en unas elecciones generales.

Los dirigentes de la formación morada han restado valor a estas encuestas en sus declaraciones y nadie ha cuestionado la estrategia de Iglesias, al menos en público, porque ha habido alguna crítica interna, según reconocen fuentes de Podemos.

El pasado lunes, el secretario de Organización, Pablo Echenique, evitó hacer autocrítica por el desgaste que podía suponerles su posición en el debate soberanista en Cataluña.

«No estamos pensando en las perspectivas electorales de Unidos Podemos, estamos pensando en la unidad de nuestro país», decía Echenique después de señalar que, si les está afectando electoralmente, «ya habrá tiempo» de recuperarse, porque Podemos hace campañas «muy buenas» y no tiene «miedo» a elecciones.

Dentro de la prudencia que siempre han pedido para valorar las encuestas, en Podemos siempre han demostrado un especial respeto por los estudios demoscópicos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El CIS todavía no ha hecho público ningún sondeo con intención de voto cuyo trabajo de campo haya coincidido con los momentos más tensos de la crisis catalana, pero si cumple el calendario anual de encuestas la próxima con voto será conocida en noviembre con datos recabados en los días posteriores al referéndum.

Ese estudio captará seguramente muchas miradas en Podemos, especialmente la de su experta en Demoscopia, la diputada Carolina Bescansa, quien en un reciente artículo en eldiario.es apostaba por una convocatoria electoral en Cataluña como «la única herramienta con la que empezar a resolver la crisis política».

«Resolver las crisis que están teniendo lugar en nuestro país requiere más cabeza que tiempo y más propuestas que denuncias», decía Bescansa en ese artículo, en el que abogaba por «abrir nuevos caminos».

Una vez más ha sido Cataluña la que ha puesto a prueba a Podemos, también a nivel nacional, y el partido de Iglesias sigue busca la forma de hacer entender su proyecto de «España plurinacional» y evitar que únicamente se les señale como cómplices de los independentistas.