Miguel Zerolo, en la última sesión del juicio EFE/CRISTÓBAL GARCÍA

El exalcalde de Santa Cruz de Tenerife Miguel Zerolo, principal acusado en el caso Las Teresitas, cerró este martes la vista oral del juicio proclamando su inocencia, en un alegato en el que sostuvo que nunca concertó con nadie la compra de los terrenos de la playa por parte del Ayuntamiento.

«No sé por qué estoy aquí», salvo que se consideren razones políticas, afirmó Miguel Zerolo, único de los once acusados que ejerció el derecho a la última palabra al final de la vista oral, que se inició el 9 de septiembre y ha concluido este martes tras 32 sesiones. «Soy inocente y creo que el resto de los encausados también lo son», concluyó Miguel Zerolo.

El exalcalde y exsenador de Coalición Canaria (CC) dijo que, siendo inocente, lleva «doce años de pena de banquillo», con consecuencias personales, familiares y laborales de todo tipo, todo porque la Fiscalía lo acusa de que el Ayuntamiento compró los terrenos de Las Teresitas por un precio superior a su valor de mercado.

Durante el juicio no ha aparecido ningún indicio de que actuara mal o de forma desleal con el pueblo de Santa Cruz, que lo que demandaba era salvar la playa de Las Teresitas de su construcción, y eso es lo que se hizo, proclamó.

Tampoco nadie ha dicho durante el juicio que estuviera concertado con otras personas, ni que conociera informes o estuviera al tanto del trámite de expedientes. Por eso consideró que para él es muy difícil contrarrestar una acusación que se basa en un acto de fe, en lo que constituye «una prueba diabólica».

Ninguna valoración de los terrenos sirve para determinar el precio de mercado, todas son «aproximaciones», dijo Zerolo, quien señaló que si Mapfre pagó 94 millones de euros por 120.000 metros cuadrados en la trasera de la playa la compra de los 174.000 metros cuadrados del frente por 52 millones parece razonable.

Por eso insistió en que no sabe por qué está en el juicio y la sugerencia de la fiscal de que toda la operación se debió a motivos políticos, «para ganar votos», no tiene «la más mínima consistencia».