El Airlander 10 Cardington sobrevolando el campo de aviación de Bedford, Reino Unido, el pasado 17 de agosto-EFE

EXPANSIÓN.COM.-La aeronave Airlander 10, el avión más grande del mundo, se ha estrellado hoy durante su segundo vuelo de prueba en el aeródromo de Befordshire (Inglaterra) sin causar heridos.

El avión, de 92 metros de largo, 43,5 de envergadura y 26 de altura (más grande que seis autobuses de dos pisos) sufrió daños en la cabina tras perder la estabilidad y estrellarse contra el suelo. A pesar del incidente, la tripulación y el personal de tierra se encuentran a salvo y no han sufrido daños.

Según Hybrid Air Vehicles, la compañía que desarrolla el Airlander, la nave experimentó un «aterrizaje violento» que provocó que la parte delantera de la cabina de vuelo sufriera algunos daños que se están evaluando. El aparato fue sujeto a sus amarres en tierra con normalidad.

La compañía ha desmentido una información de la BBC en la que se aseguraba que la aeronave había chocado con un cable telefónico.

«El Airlander 10 realizó su segundo vuelo de prueba y voló durante 100 minutos, completando todas las tareas que se habían preestablecido. El avión sufrió un aterrizaje forzoso y la parte delantera sufrió algunos daños que se están evaluando», explicó la empresa a través de un comunicado.

El aparato, que pesa 20.000 kilos y ha tenido un coste de 25 millones de libras (29,3 millones de euros), realizó con éxito su primer vuelo de prueba la pasada semana.

Una vez cumpla las pruebas, Hybrid Air Vehicles espera que el gigante de helio será capaz de permanecer en el aire durante un máximo de dos semanas, y que los clientes potenciales podrán ser tanto de transporte, como de ocio, vigilancia o comunicaciones. Puede transportar 48 pasajeros.

El Airlander puede despegar y aterrizar verticalmente, por lo que no necesita una pista de asfalto. Se puede operar desde campos abiertos, desiertos y agua helada.

A pesar de su aspecto, el Airlander es un avión híbrido, no un dirigible, un vehículo volador cuya historia se remonta al siglo XIX y cuya popularidad cayó en picado tras el trágico accidente del dirigible alemán Hindenburg en 1937.

Hybrid Air Vehicles anunció en marzo que su plan incluye la construcción de 12 naves de este tipo al año en 2018.