El único frente que se mantiene activo en el incendio declarado el pasado miércoles en Jedey, El Paso, logró durante la madrugada superar la pista del Cabrito y descender en busca de los núcleos poblacionales de Montes de Luna y Tigalate, en la Villa de Mazo, evacuando a un millar de vecinos.

Las llamas parecían ayer por la tarde controladas en la zona alta de Villa de Mazo. El fuego casi no avanzaba, no había viento, pero durante la madrugada el incendio comenzó a descender por el barranco aprovechando que los medios aéreos no podían operar y que la orografía del terreno anulaba la acción terrestre.

La UME comenzó a soltar manguera cerca de las viviendas. Personal de Medio Ambiente se posicionaba cerca de Puerte Roto. El fuego a las dos de la madrugada iba raso al suelo. Sin apenas levantarse, con viento en contra. A su ritmo, pero bajaba. Una hora después, se metieron rachas de viento que iban llevando el incendio hacia Puente Roto. Hubo momentos de cierta tensión, aunque no era un fuego excesivamente virulento. Amenazaba, pero se frenaba. Casi al amanecer, cuando los helicópteros y los hidroaviones se preparaban para operar, el fuego cerca de los núcleos poblacionales eran escaso. O, al menos, la sensación era de mayor control. «El viento nos ha ayudado en momentos determinantes», decía un vecino. Mirando al monte, el frente iba saliendo por el sur del Cabrito. Se resiste a morir y sigue poniendo en jaque a la población.