El Ayuntamiento de Hermigua a través de su alcalde, Pedro Negrín, inauguró ayer los actos programados con motivo del Centenario del Casino en un evento que arrancó con la magnífica interpretación de diferentes pasos de baile tradicional gomero por parte de la Agrupación Folclórica Balcón de Liria.

Uno de los instantes de la celebración del acto
Uno de los instantes de la celebración del acto

El Alcalde comenzó su discurso poniendo en valor las instalaciones recuperadas para el conjunto de la ciudadanía afirmando que “el casino es hoy casa de cuantas actividades relacionadas con la música se desarrollan en este pueblo, desde la banda, a la fanfarria, pasando también por las murgas y la batucada de Hermigua que tienen en esta casa, con 100 años de historia, su morada.”

“Rendimos homenaje a la cultura de Hermigua –afirmó, entre otras cosas, el primer edil– una cultura de la que este edificio ha formado parte a lo largo de los 100 años que hoy cumple. Y cuando hablamos de cultura no tienen cabida ni los personalismos, ni las interpretaciones sesgadas de la historia”.

Pedro Negrín concluyó su intervención afirmando que “quien quiera ver en este acto la exaltación de tiempos pasados está tremendamente equivocado. Hoy recordamos que este edificio es parte de Hermigua, parte de su historia y propiedad de todos sus vecinos, sin distinción de ninguna clase.”

El historiador local, Ricardo Valeriano, en su conferencia sobre el Casino recordó que “a comienzos de siglo tienen lugar en este pueblo una serie de grandes cambios económicos e ideológicos que van a marcar la historia del municipio durante la centuria pasada, el siglo XX. Por un lado se produce el retorno de los emigrantes de Cuba, los indianos, trayendo de esta isla caribeña a Hermigua ideas progresistas y republicanas. En segundo lugar, estos “indianos” traen el dinero suficiente para poder socavar el viejo poder oligárquico ya que estos jóvenes emigrantes retornados comprarán tierras por lo que podrán competir económicamente con los viejos terratenientes del Valle.”

“Por otra parte –señala el historiador– desde 1902 se instala en el valle un representante de la empresa británica Fyffes Limited, que  ayudará significativamente a expandir el cultivo del plátano por todo el valle. Estos nuevos propietarios apostarán decididamente por la producción y comercialización del plátano con la ayuda económica de esta empresa inglesa. Por tanto, el progreso llegará a Hermigua de la mano de esta juventud emprendedora, de los nuevos propietarios y comerciantes del plátano. Consiguen sus primeros logros con la construcción del Muelle de Lorenzo, la constitución de la “Sociedad La Unión” y la construcción del primer pescante de Hermigua, terminado en 1908, verdadero impulsor económico del municipio.”

Valeriano señaló también que “los casinos, en su origen, tenían un fuerte carácter cultural, como complemento de otros ocios “más vulgares”. Por eso crecieron y se desarrollaron. Porque se convirtieron en el único lugar de los pueblos en los que la cultura tenía sede. Otras entidades culturales, como los ateneos y asociaciones de diverso tipo, estaban en las capitales, pero en los pueblos solamente el casino tenía solera y espacio para acoger esa actividad. Por eso crecieron e impregnaron todas las clases sociales. Estas sociedades de recreo han sido la forma de sociabilidad más usual de la España Contemporánea. Este casino no sólo se convirtió en una significativa forma de asociación, sino también en un espacio idóneo para el desenvolvimiento de la sociabilidad informal, al albergar un lugar de encuentro, discusión e intercambio de ideas, y, sobre todo, de esplendor para la cultura ya que el teatro, las veladas literarias o la lectura se daban cabida también en este recinto.”

Ricardo Valeriano concluyó afirmando que “como bien señala mi buen amigo Pablo Jerez Sabater en uno de sus artículos,  una entidad de prestigio y refuerzo intelectual como era el Casino “Centro” de Hermigua merece su reconocimiento. Solamente por el enorme valor patrimonial de este inmueble, digno ejemplo de la modernidad arquitectónica que expuso este municipio durante las primeras décadas, merece la celebración de su centenario.”