José Manuel Villegas (EFE)

La conversación que mantuvieron el sábado Pedro Sánchez y Albert Rivera no ha cambiado la posición de Ciudadanos en las negociaciones para formar Gobierno. «No contemplamos votar a favor de Pedro Sánchez en ningún caso», ha dicho este domingo José Manuel Villegas, número dos de la formación emergente, que se ha ofrecido a mediar entre PP y PSOE para desbloquear la elección del próximo presidente. El vicesecretario general de Ciudadanos, además, ha asegurado que en el partido «no descartan» que Felipe VI proponga a Rivera para el puesto, aunque reconocen que no sería lo «lógico» o lo «normal». El propio Rivera descartó esa posibilidad tras quedar cuarto, con 40 diputados, en las elecciones generales: «Yo no me presento [a la investidura]».

Que la llamada del secretario general del PSOE al presidente de Ciudadanos fuera para buscar una cita en la que comentar la actualidad política, y no para abrir negociaciones, ha provocado desconcierto en la formación emergente. Más de un mes después de la cita del 20-D, lamentan en el partido de origen catalán, sigue sin haber conversaciones para decidir el próximo Ejecutivo.

«Ni Rajoy ni Sánchez han estado a la altura de las circunstancias», ha valorado Villegas. «Creemos que PP y PSOE se equivocan en esta polémica en la que se han enzarzado sobre turnos y a quién le toca tomar la iniciativa», ha seguido sobre la decisión de Mariano Rajoy de no presentarse a la investidura, a la que siguió la de Sánchez de no hacerlo él mismo hasta que el candidato del PP vuelva a declinar su turno. «La decisión sobre quién debe ser candidato a la investidura tiene que tomarla su Majestad el Rey. Le hacen un flaco favor al orden establecido y a la monarquía», ha argumentado. «Hemos perdido un mes. No se ha avanzado nada. No se ha iniciado ninguna conversación seria en torno a lo que queremos hacer con España. Estamos viendo un espectáculo de tacticismo, una situación que más que de búsqueda de un candidato a la presidencia parece de campaña electoral».

Ciudadanos logró 40 diputados en las elecciones generales. Ese resultado le hace intrascendente para decidir por sí mismo quién será el próximo presidente del Gobierno. Sin embargo, es fundamental para garantizar que el próximo Ejecutivo tenga estabilidad, y a cambio pide que se pacten reformas económicas, sociales e institucionales.