El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, ha acudido este sábado a una Junta Directiva del partido en Córdoba, preparada para su intervención, con el objetivo de explicar lo que ha sucedido en la vida política española en las últimas y frenéticas 24 horas, en las que entre otras cosas él mismo declinó aceptar el ofrecimiento del rey Felipe VI de acudir al primer pleno de investidura para la presidencia del ejecutivo. Rajoy reafirmó que mantiene su candidatura pero que ahora no cuenta con los apoyos suficientes para acudir al Congreso y no quiere prestarse a perder esa votación ni a que PSOE y Podemos abran con esa decisión el plazo constitucional de dos meses para convocar otras elecciones si nadie resulta elegido. Rajoy advirtió ante la posibilidad de que fragüe un gobierno de izquierdas alternativo entre PSOE y Podemos de que el PP actuará de freno en el Congreso y de bloqueo a ese ejecutivo gracias a su mayoría absoluta en el Senado.

Rajoy aprovechó el acto del PP de Córdoba, un terreno muy favorable y en el que fue recibido con grandes aplausos y consignas de «presidente, presidente», para dar su versión de la situación de bloqueo institucional que vive la política española. Entiende que tras la jornada de ayer, donde se acabó la primera ronda de contactos del Rey con los líderes políticos, todos los actores regresan a la casilla de salida que se marcó tras las elecciones del 20-D. «¿Y ahora qué?, pues yo mantengo mi candidatura», se preguntó y contestó retóricamente el dirigente popular.

El líder del PP sostuvo que sigue vigente la oferta de pacto de mayoría moderada a PSOE y Ciudadanos que fijó ya el 21 de diciembre ante la cúpula de su partido y que cree que es también ahora después de todo lo sucedido la mejor, la más sensata y la más razonable opción. Rajoy explicó que rechazó el ofrecimiento del rey Felipe VI porque le pareció «un fraude y una falta de respeto a los más de siete millones de votantes del PP comparecer en la cámara a perder el debate de investidura». También admitió que el PP sí había entendido el mensaje de los votantes: «Los españoles dijeron en las urnas que nadie debe Gobernar solo. Y menos si tienes 90 escaños».

Rajoy arremetió con extrema dureza contra Sánchez, al que catalogó de «indigno» por intentar formar un Gobierno «hipotecado y humillado» con Podemos, partido al que calificó de radical. «Para ser presidente de España no basta con humillarse ni hipotecarse. Necesitamos un presidente con dignidad y la dignidad es lo menos que puede tener un presidente», ha afirmado.

El presidente en funciones agradeció el apoyo entusiasta que le brindó este sábado el PP de Córdoba ante lo que admitió como «momentos difíciles». Luego efectuó un relato de todo lo que ha pasado, primero durante la pasada y complicada legislatura, y ahora tras el inédito resultado que ofrecieron las elecciones del 20-D.