Dos de los tres espeleólogos españoles accidentados durante una excursión en Marruecos han fallecido tras varios días esperando el rescate en una zona montañosa del sur del país,entre Marrakech y Uarzazate. Se trata del abogado Gustavo Virués,de 41 años,quien falleció el sábado,y del inspector jefe de la Policía Nacional José Antonio Martínez,también de 41 años,que ha muerto este domingo. El tercer deportista,Juan Bolívar,agente de Policía Nacional,resultó ileso y ha sido rescatado en la noche del domingo.
Las labores de rescate de los tres españoles accidentados se han prolongado durante cuatro días tras el aviso de su desaparición,el miércoles. España ofreció enviar ayuda desde el momento del aviso. Un avión de la Policía Nacional estaba preparado desde el viernes para partir hacia el lugar del accidente. Una vez la Gendarmería marroquí avistó a los accidentados,comunicó a las autoridades españolas que no necesitaba la ayuda.
Este domingo,finalmente,el país vecino autorizó la entrada del avión de la Policía Nacional con siete agentes para ayudar en la operación: cuatro guardias civiles del equipo de montaña y tres agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la policía,que llegaron a territorio marroquí a las 17.00 del domingo,hora local. Unas horas después se conocía el fallecimiento del segundo de los excursionistas. El presidente del Gobierno,Mariano Rajoy,expresó sus condolencias a través de Twitter.
El lugar en el que se encontraban los tres espeleólogos,el Cañón del Uandras,de ocho kilómetros de longitud y un desnivel de 600 a 700 metros,era de acceso especialmente complicado,y no permitía llegar a la zona con medios aéreos. En este tipo de accidentes el tiempo de rescate es de vital importancia.
Rabat no autorizó que un grupo de 16 especialistas de élite españoles se unieran al dispositivo,según denunció la Federación Andaluza de Espeleología,que coordina el equipo,preparado para actuar desde hace dos días.
Los tres españoles viajaron hasta Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla y compuesto por nueve personas,y estaban preparados técnica y físicamente para afrontar la expedición. Se separaron del grupo el lunes,quedaron en encontrarse esa tarde o el martes y,tras no saber nada de ellos,el jefe de la expedición presentó la denuncia el miércoles ante la Gendarmería marroquí y avisó al Consulado.