Por tercer año consecutivo Bambones se hizo con el máximo galardón en Interpretación del concurso de murgas de Santa Cruz. Después de no haber cuajado una fase del todo brillante,los de Primi Rodríguez se desquitaron ayer con una final limpia,en la que primero se vistieron de fantasmas y después ofrecieron los puntos de vista que tienen,por separado,los más jóvenes y los más veteranos del grupo. Se repite así la misma situación que se produjo entre 2008 y 2010,cuando Triquis reinó casi sin discusión,según informa Carlos García para el periódico La Opinión de Tenerife.
El segundo premio fue,sin duda,la gran sorpresa de la noche,toda vez que Triquikonas tuvo un solo tema brillante,su segundo,pero suficiente para que el jurado las metiera por fin entre los cartones tras el mal sabor de boca del año pasado. Algo similar ocurrió con Diablos Locos,que con su segundo tema,el mejor del concurso,con diferencia,fue simplemente,impresionante. Solo un repertorio que no le acompañó con dignidad,le privó de un mayor galardón. El accésit fue La Traviata,que pagó cerrar la velada.
En Presentación,Mamelucos,con su traje de legionario romano,repite por segundo año consecutivo el primer premio. En segundo lugar quedó Diablos Locos y MasQuelocaS el tercero. Aquí el accésit se lo llevó Bambones.

 Bambones
Por ambiente y por lo que trasmitieron,Bambones ya fue,desde el inicio de su pasacalles,otra murga respecto a la fase. La final arrancaba lanzada y eso lo aprovecharon los de Primi Rodríguez. En su primer tema Los que faltaban se convirtieron en los fantasmas del padrón de Santa Cruz,una situación que tiene su ventaja ya que «siempre está de baja» y no paga «el IBI ni el rodaje». Sello del más puro estilo bambón,cargado de ironía,como cuando enumeran que van «al Balneario a nadar,a misa al templo masón,al Teatro Baudet,y a mover el esqueleto a la Plaza de Toros».
Admiten que los vecinos más que a ello le tienen realmente miedo «al Plan General»,advierten de que los políticos «le roban hasta a los muertos» y rajan al canarión,a los que llaman «fantasmas de otra dimensión». Su punto fuerte,una retahíla con mayor dificultad en la dicción que de costumbre y que mantuvo sin respiro a la murga y también sin pestañear a la grada antes de la explosión. Epílogo con fuerza hacia Bermúdez por tratar «a las empleadas de Mararía como unos fantasmas,los mendigos y los que duermen en albergues». Final participativo pero sin contenido
Sin dejar de lado su identidad en Una generación perdida pusieron sobre las tablas una nueva manera de dividir la murga en dos,esta vez entre jóvenes y viejos. Tras sacarse la punta unos a otros (unos con peinados a la moda y otros con solo frente),pasaron a un registro más crítico,con lo que el 50% del grupo abandonaba los micros. Los jóvenes critican de que los políticos «piden el voto para luego robarte»,a lo que los más veteranos recuerdan que llevan «aguantando 20 años a Coalición». Hubo algunas réplicas más,aunque un par de ellas sin la contundencia deseada. Sí ganó en fuerza la murga cuando todos juntos coincidieron que «esos cabrones les importa un carajo que se hayan cargado toda una generación». Tras el bache en el ecuador del tema Bambones remontó el vuelo con un epílogo de mucha fuerza,en el que a Primi se le vio rejuvenecido y más activo que nunca,quizá por el pique sano que mantenía con su alter ego juvenil,Nuacet Jerez.
E Trapaseros
Los de Los Realejos tuvieron la complicada papeleta de salir tras Bambones. Destilaron fuerza en su presentación,pero les costó tocar techo en sus dos temas. Su primero,un taller de relojeros en el que cada reloj habla de su dueño. Por él pasaron el de Zerolo («de arena ilegal de las Teresitas»),el del canarión copión («que hace pío,pío,pero tiene pinta de mariconada»). Cuentan que el reloj de Coalición lo arreglará «los recortes de sanidad» y que si sigue en su mano «Canarias morirá». Letra muy trabajada,pero con algunas comparativas forzadas y sin terminar de llegar a la grada.
Con Los Donantes se abrieron en canal,enseñando todos sus órganos. La idea prometía,pero se quedaron desnudos. Donan su cerebro para que investiguen cómo llegan a fin de mes,sus pulmones de aire fresco para Santa Cruz,oídos a los políticos sordos («su caradura no es operable»). Acaban en cueros para «cantar con el alma y el corazón» a temas como la doctrina Parrot,la pobreza,la sanidad? Fuerza y ritmo vertiginoso que les permitió acabar arriba,pero sin encontrarse con los Trapaseros transgresores y contundentes de hace,por ejemplo,dos años.
E Diablos
Los trónicos aprovecharon su presentación de anoche para conmemorar el vigésimo aniversario del fallecimiento de su alma máter Tom Carby,mientras su nieto Tomy ejercía de director con su padre Maxi en segundo plano. Lejos de elevar el nivel pincharon con sus Tomas falsas,poniendo en escena situaciones imaginarias que sucedieron durante el frustrado ascenso de la UD,la plaza de los patos de La Laguna,la elección del papa Francisco o al coche fúnebre que se llevó la policía en la ciudad de Aguere. Más gente para la parodia que en la fase,pero ese derroche pareció dejarles sin humor en un tema que por momentos pareció ser,de por sí,falso y que no levantó ni con el rajazo final a Willy García.
Pero todo dio un giro de 180 grados en su segundo tema. A modo de orquesta carnavalera de los años 80 dieron un golpe al concurso. Una letra de genio,el de Víctor Asensio,que fue el encargado arrancar la motor de una joya para recordar. Lo hizo caracterizado en Oscar de León,viola en mano,ironizando sobre el censo electoral de Santa Cruz; luego llegó Wilfrido Vargas,con su Mami ¿qué será lo que quiere el negro? pero en versión de lo tienes los canariones (Roque Nublo,Trapasones),lo que quieren (Teide,Bambones,comparsas y orquestas),y lo que finalmente le dan,un corte de mangas. Parte sencillamente sublime.
Con el Gran Combo de Puerto Rico recordaron personajes que «al carnaval han traicionado»,para de nuevo subir el listón con la aparición,desde el cielo,de una Celia Cruz que pedía el museo para la fiesta («para que toda esa cultura no se tire a la basura»). Ahí se dio protagonismo a la Billos Caracas Boys que a modo de colofón,y recordando los bailes de antaño cuando se logró el record Guinness,puso la guinda a modo de batucada. Lejos de abusar,del populismo ni del sentimentalismo (como sí hizo por ejemplo con La Gramola hace unos años),Diablos supo hasta donde llegar para ponerle el broche final a un segundo tema soberbio. Haber recurrido a un levantaplaza hubiera sido estúpido. El Recinto ya se había rendido a sus pies.
E Triquikonas
Se las esperaba por la puerta grande (la misma por la que debían salir),con dos triunfos,con dos argumentos para por fin dejar sin excusas a los que promulgan que una femenina debe llevarse un premio. Pero lo hicieron a medias. Y es que tras ser de nuevo reivindicativas con las entradas que no pagan los políticos,su primera canción las dejó sin apenas energía. La poca que trasmitían sus viejas,una recreación de lo que podrían ser ellas mismas dentro de unas décadas. Sí,pero no. Que voy,pero no llego. Querer,sin poder; y apenas destellos de un tema con mucho lenguaje en clave murguera.
Sin las batas,el bastón,ni la peluca,Triquikonas regresó con la fuerza de siempre,esta vez en el papel de las telefonistas de diversas empresas. Humor fresco,gags cortos,reconocibles pero no esperados,y encima coordinación (seguridad) para generar un positivo efectivo visual. Triquikonas en estado puro. Insuperable el momento de la operadora sudamericana de Movistar,y muy cercano el del radiotaxi,así como el de varios de sus hilos musicales. Algún que otro bajón (el momento de la silla) y más parones de los debidos que degradaron el sentido de canción a su interpretación. Les sigue faltando,como es habitual,una guinda pero el enlazar con la despedida lo maquilla,y mucho. Así lo entendió el jurado al entregarles un segundo premio histórico.
E Triqui Traques
Un homenaje al día de los enamorados fue el arranque de Triquis,que en su primer tema rememoran cómo se hacen rico con la lotería y qué hacer con el dinero. Lo aprovechan para criticar a los bancos,para luego dar un giro y arremeter contra los que se gastan el dinero en Fitur. Ganan algo en la parte final al señalar que ya uno es afortunado «pudiendo trabajar y pagando la hipoteca». Y aunque aseguraron haberse sacado la lotería con la afición,el décimo que vendieron anoche los de Óscar Gómez no fue más allá de la pedrea.
A falta del desnudo de Diablos,ayer le tocó a Triquis. Desnudo y poco más,toda vez que los stripers de La Noria dejaron para cerrar una canción que levantó las carcajadas de la grada,pero mayormente por las sensaciones visuales que creó su actuación. Situaciones y golpes previsibles dentro de cualquier despedida de soltero,y solo un paso más allá,el de reconocer que como en su trabajo,»en la vida» también acaban desnudos. El momento lo aprovecharon para quedarse en tangas y pedir que el sector femenino de la grada hiciera lo mismo. Tanta simbiosis y diversión como falta de contenido. Triquis está lejos de ser la murga chispeante que fue hace unos años.
E Zeta Zeta
Después de que la final perdiera algo de chispa,llegaron en séptimo lugar los Zeta Zetas,que dieron continuidad,en su entrada,al monigote. El mejor homenaje por meterlos en la final,si bien su discurso preparado para hoy apenas se entendió. Con su Señor Diógenes reversionaron su trastero,pero a lo grande. En su tema cupo de todo (algo lógico en los enfermos que padecen este síndrome),lo que convirtió el desarrollo del tema en un desorden con orden,o en un orden con desorden,según se vea. Entre lo que recogen y guardan,un suéter de Trapasones,fuegos fríos,un cuadro y cajones con aplausos de su afición para enlazarlos con temas como la educación,la pobreza,hacerle un guiño a Triquikonas y el cierre de hospitales.
Cerraron a ritmo de pasodoble,con Un nombre vale más que mil palabras,también con reminiscencias del Diógenes,al que le tuvo que quedar algo que contar en el tema anterior. Se trataron las discriminaciones de equipos de fútbol regional,el de comparsas como Brasileiros,y los favores hacia Cristina Tavío. Tras un tena crítico,giro forzado al final para acabar en «¡Carnaval!»). David Padilla avisó que su premio era estar en la final,y no engañó.
E La Traviata
Los últimos de la noche confirmaron que,salvo contadas excepciones,las mejores letras se habían lanzado en las fases. Los de Josechu Álvarez,eso sí,trataron de ser originales. Primero con el whatsap,aplicación telefónica ya bastante manida estos años,pero a la que los de El Toscal supieron darle una vuelta de tuerca. Bien hilada la música del ¿Por qué me mientes? de Marc Anthony para aguantar la bronca de la mujer,y sobresaliente el colocar a su afición en la grada vestida de canariones,para parodiar su presencia en el final del concurso. Tono algo más serio para una conversación entre Soria y Paulino (que se alían para mamar). Algunos recursos forzados,pero paso al frente con actualizaciones para las pensiones,eliminación de la pobreza y el bloqueo de la polución,antes de comparar el móvil con un político («no lo puedes cambiar por puntos»),aunque es la batería del pueblo la que se agota. Notable.
En su cuarta composición de este año para La Traviata Carlos Casanova dio otro giro de tuerca,aunque la idea (tres antiguos premios criticones de los que cantaban una estrofa,y su vigencia en la actualidad) superó el desarrollo. Así,de El Paro de Chinchosos (1991) dijeron que «como catetos todo ha ido para atrás» y ahora «la cola se hace en la calle porque somos millones». Pasaron a la Sanidad Tercermundista de Singuangos (2003),para resaltar que «nuestra sanidad ha ido a peor; al privado o vas al cajón». Por último,rescataron La Foca de Ni Picas (1992),para meterse en el gimnasio y hacer zumba. Pese a que interactuaron con la grada,les faltó algo más de fuerza toda vez que su atuendo rememoró al de Triquikonas del pasado Carnaval.
E Mamelucos
Los de Xerach Casanova sacaron letra nueva en su pasacalles para arremeter de nuevo contra la Comisión de Fiestas. Pero ayer los Mamelucos no tuvieron la misma fuerza del domingo. Dejaron de lado sus argumentos más contundentes y eso se notó sobre las tablas por mucho que se empeñaran en ser participativos. Para empezar montaron una subasta en la que ofrecen de todo,sabiendo que por «los sinvergüenzas de los políticos nadie va a pagar». Jugaron con el público tras haber llenado el recinto de paletas para pujas,pero varios de sus mensajes no llegaron (sobre todo el de Las Palmas) y el juego perdió pegada,si bien finalmente «regalaron a Ballesteros a Gran Canaria porque en Carnavales no pintas nada»). Con su supermercado sacaron varios elementos y sus respectivos usos,antes de un chollo final,»ser un lameculos» como cualquier político. Les faltó algo para que puja subiera,aunque sí lo hicieron sus voces por encima de lo debido,por primera vez en todo su concurso.
Recurrieron a un tono optimista para su segunda canción: Al mal tiempo buena cara,más participativo si cabe que el primero. O al menos eso propuso Mamelucos. Lo hizo a base de un riqui raca que acabó en un palo para Fernando Ballesteros; y con una conga en el público para simular la cola del paro. Se pusieron nariz de payaso para brindar irónicamente por Zerolo y Bermúdez. Hablaron del caso de los cajeros locos de La Caixa,le dieron leña a Sergio Lobera,y fueron sarcásticos por «los bonitos pelotazos» y felicitaron «a los ineptos que tengo en el gobierno»,antes de ponerse de nuevo serios. Por momentos la dicción se perdió. Si el domingo Mamelucos metió en su coctelera todos los temas críticos que tenía en su repertorio,ayer,en un segundo batido,le tocó el turno a los de corte más distendido que se le quedaron por fuera. Ese batiburrillo y el tono de su canto le impidieron brillar como en la fase.