Gehad El-Haddad,portavoz de los Hermanos Musulmanes,ha alertado de que la violencia implica que la rabia,un día después de la masacre en Egipto,»está ahora fuera de control».
Los islamistas convocaron para esta tarde una nueva marcha en El Cairo después de la matanza de este miércoles en la que han fallecido según fuentes del Gobierno 525 personas y según los islamistas más de 2.000.
«La marcha está prevista en la mezquita Al Iman para protestar por las muertes»,ha convocado en un comunicado.
Asentamiento en la mezquita
Hasta ese lugar,donde se va a celebrar un funeral por las víctimas,se han trasladado miles de personas,tal y como ha informado la CNN.
De hecho,según fuentes de seguridad,la mezquita,situada en el barrio cairota de Ciudad Nasr,se encuentra ocupada y los islamistas anunciaron que permanecerán asentados en ella.
Mientras tanto,las protestas y los enfrentamientos siguen a las calles de Egipto. En El Cairo,cientos de islamistas han prendido fuego a la sede de un edificio gubernamental.
En Giza,grupos de personas asaltaron e incendiaron la sede de la Gobernación. Los funcionarios han sido evacuados del edificio gubernamental,ubicado en la avenida de Al Ahram,que conduce a las famosas Pirámides de Guiza,mientras los bomberos intentaban apagar el incendio.
En Alejandría,cientos de personas están ya en las calles: «Volveremos en honor a nuestros mártires»,cantan los manifestantes,en referencia a los más de 500 muertos. Muchos portan imágenes del ex presidente Mohamed Mursi,destituido por el Ejército el mes pasado.
Durante la mañana de hoy se ha informado del fallecimiento de dos policías. Uno de 21 años en Al-Arish,en la provincia del Sinaí y otro en una comisaría de Assiout.
Pese al toque de queda y el amplio despliegue de las fuerzas del orden para hacerlo cumplir,la noche no ha estado exenta de incidentes en distintas zonas y la tensión va en aumento según pasan las horas.
Los islamistas han hecho este nuevo llamamiento para que los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi salgan otra vez a las calles,mientras que la policía ha advertido de que no aceptará ninguna nueva acampada después de lograr el control de las situadas en la plaza Rabea y en la de Al Nahda en El Cairo,donde los Hermanos Musulmanes han estado acampados durante un mes y medio.
La Hermandad ha asegurado que no pararán hasta «derrocar el golpe militar» que acabó con el Gobierno de Mursi. «Vamos a seguir como siempre,de forma no violenta y pacífica. Seguimos siendo fuertes,desafiantes y decididos»,afirmó El-Haddad,en su cuenta de Twitter.
El desalojo del miércoles 14
La policía entró en la plaza Rabea y en la de Al Nahda con tanques y gases lacrimógenos,según el Gobierno,y comenzó a disparar cuando fueron atacados por los manifestantes. Rápidamente las protestas se extendieron por todo el país,en una jornada que finalizó con centenares de muertos y miles de heridos.
Frente a la violencia desmedida,el vicepresidente egipto,El Baradei,que apoyó la salida de Mursi el pasado 3 de julio,renunció,dejando al descubierto las profundas divisiones dentro de las autoridades de transición instaladas por el todopoderoso Ejército. En repetidas ocasiones,sin que hubiera avances,pidió una solución política a la crisis,insistiendo en que los Hermanos Musulmanes participaría en la transición.
Tras sangrientos enfrentamientos,las autoridades declararon el estado de emergencia y el toque de queda en la mitad de las provincias,incluidas las de El Cairo y Alejandría (norte).
El estado de emergencia ya estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012,cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Mursi al poder en junio del año pasado.
La comunidad internacional,que había tratado de mediar para evitar un dramático final en la disputa entre los pro-Mursi y el nuevo poder,ha condenado el uso de la violencia para dispersar las dos acampadas de miles de islamistas en las que se encontraban también niños y mujeres.
Preocupación internacional
El Gobierno alemán ha convocado al embajador egipcio en Berlín,con el objetivo de trasladarle su preocupación por la extensión de la violencia en el país y apremiar a las autoridades de Egipto a poner fin a esa escalada.
Mientras,el presidente francés,François Hollande,ha pedido el cese «inmediato» de la represión en Egipto y ha subrayado que debe hacerse todo lo posible para evitar una guerra civil en ese país.
Hollande,que acortó sus vacaciones para mantener una reunión con el embajador egipcio en la capital gala,Mohamed Kamel,transmitió en ese encuentro la «gran preocupación» de Francia ante los «trágicos acontecimientos» registrados este miércoles en Egipto,según informó el Palacio del Elíseo.
Por su parte,el primer ministro turco,Recep Tayyip Erdogan,ha pedido la celebración de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la «masacre».
«Aquellos que permanecen en silencio frente a esta masacre son tan culpables como quienes la llevaron a cabo. El Consejo de Seguridad tiene que reunirse rápidamente»,reclamó el jefe del Gobierno turco en una rueda de prensa en Ankara.
En Washington,el secretario de Estado John Kerry ha instado a celebrar a la mayor brevedad posible estas elecciones,y ha calificado de «lamentable» el derramamiento de sangre. Por su parte,la jefe de la diplomacia europea,Catherine Ashton,que antes había tratado de mediar en El Cairo,ha pedido que se levante el estado de emergencia «tan pronto como sea posible».