Solo dos días después de que el papa Francisco creara una comisión de investigación sobre el banco del Vaticano,la fiscalía de Roma ha ordenado la detención de un prelado de Salerno,monseñor Nuncio Scarano,al carabiniere Giovanni Maria Zito –ex funcionario de los servicios secretos italianos—y al bróker Giovanni Carinzo acusados de corrupción y estafa en un asunto relacionado precisamente con el Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Las detenciones,que han sido practicadas por la Guardia de Finanza —la policía fiscal italiana—,se producen dos semanas después de que monseñor Scarano fuese investigado por un presunto delito de blanqueo de capitales,tras lo cual ayer mismo fue suspendido de su cargo responsable del servicio de contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA),el ente que gestiona el inmenso capital inmobiliario del Vaticano.
El diario La Repubblica informa de que la investigación de la Fiscalía habría destapado un acuerdo entre Scarano y Zito para repatriar desde Suiza 20 millones de euros en efectivo pertenecientes a amigos del prelado con un jet privado.
El miércoles,Jorge Mario Bergoglio ordenó la creación de una comisión para investigar la situación económica y jurídica del banco del Vaticano,el siempre polémico y oscuro Instituto para las Obras de Religión (IOR). La comisión,que estará presidida por el cardenal salesiano Raffaele Farina,de 80 años,tendrá como fin último la reforma del banco para que “los principios del Evangelio impregnen también las actividades de carácter económico y financiero”.