El canciller de Venezuela,Elías Jaua,ha anunciado este lunes desde Caracas que ha llamado a consultas al embajador en Madrid,Bernardo Álvarez. El gesto diplomático de protesta responde a declaraciones ofrecidas más temprano por su homólogo español,José Manuel García-Margallo,en las que abogaba por el diálogo en Venezuela y el recuento de votos de las elecciones presidenciales del domingo. La oposición liderada por Henrique Capriles,que no acepta los resultados oficiales de los comicios,ha exigido el recuento «voto a voto» antes de la proclamación de Nicolás Maduro como presidente electo.
Jaua ha criticado que García-Margallo haya dicho que sería mejor esperar «a ver quién es el ganador». «Aquí ya hay un ganador»,ha recalcado el ministro de Exteriores venezolano,»y,por lo tanto,el presidente Nicolás Maduro ha llamado a consulta a nuestro embajador ante el Reino de España para que venga a Venezuela y valoremos estas declaraciones”.
Minutos antes,el presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo,Diosdado Cabello,se había mofado desde su cuenta de Twitter de las declaraciones de García-Margallo. «Sería muy bueno que el Gobierno de España se ocupe de sus propios problemas,que tiene muchos”,y ha publicado después: “Hace años esta Gran Patria dejó de ser colonia”.
El ministro del Exteriores venezolano y exvicepresidente también ha objetado la petición del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),José Miguel Insulza,para hacer un nuevo recuento de votos. «La OEA no es quién para hacerle exigencias a nuestro CNE (Consejo Nacional Electoral)».
Jaua ha enumerado las felicitaciones y manifestaciones de solidaridad ofrecidas a Maduro luego por su triunfo por parte de los gobiernos de Rusia,China,Irán,Bielorrusia,Brasil,Argentina,Nicaragua,Costa Rica y Ecuador,entre otros países.
Llama la atención,sin embargo,que no haya hecho referencia a la declaración del Gobierno de Barack Obama que,a través del portavoz de la Casa Blanca,Jay Carney,ha juzgado «prudente y necesario» dar curso a la solicitud de la oposición de hacer una auditoría manual a la totalidad de los votos emitidos.