El recorte de la paga extra a los funcionarios sacará de la circulación unos 240 millones de euros en la inminente campaña navideña en los comercios. La medida,aprobada por el Gobierno central desde el pasado verano,tendrá un impacto directo sobre la capacidad de consumo de más de 136.000 empleados públicos en el Archipiélago,que no dispondrán de este recurso habitual con el que cumplir con los regalos,cenas de empresa y demás compromisos propios de estas fechas. Los empresarios prevén unos Reyes «difíciles»,aunque muchos se esfuerzan por transmitir ilusión e incluso idear nuevos atractivos para que los clientes no dejen de pasar por caja.
Al contrario que en otras comunidades autónomas,en Canarias no hay vuelta de hoja para los trabajadores de la administración autonómica. El portavoz del Ejecutivo,Martín Marrero,indicó esta misma semana que las disposiciones del Estado tienen «rango de ley» y que el gabinete regional no contempla recuperar la paga para sus más de 61.000 empleados afectados. Cosa que sí han hecho otras comunidades como el País Vasco y Navarra,lo cual ha provocado un duro enfrentamiento entre sus gobernantes y Madrid,que se han emplazado en el Tribunal Constitucional. Los sindicatos también han recurrido ante los órganos jurisdiccionales una medida fuertemente criticada desde el sector público,y cuyo impacto se aguarda con incertidumbre desde el comercio.
Lo cierto es que el Gobierno canario ahorra con el recorte unos 116 millones de euros,que salen del bolsillo de sus funcionarios cuando más venden las tiendas. A este personal hay que sumar 26.930 empleados de la administración del Estado en las Islas,y otros 45.646 trabajadores de cabildos insulares y ayuntamientos,más otras 3.300 nóminas en las dos universidades canarias. En total,el circulante disponible para las compras navideñas en la región disminuye,y también la cifra consumidores más desahogados.
«Serán unas navidades totalmente atípicas»,confirma Prudencio Lorenzo,presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme),quien apunta que «también es verdad que habíamos notado que en 2010 y,sobre todo,en 2011,el gasto del funcionario ya había bajado». Ahora,sin paga,se teme algo peor. De hecho,el representante de la patronal del pequeño y mediano comercio ya advierte de que «la solidaridad familiar ya ha restado mucha capacidad de consumo»,habida cuenta de que «todos tenemos a alguien cerca que está pasando dificultades»,y las ayudas que se destinan al familiar o allegado en paro también sale de las cuentas de la compra.
Lorenzo estima que el impacto del recorte de la extra se note,sobre todo,en los bienes de equipamiento para el hogar,en los artículos textiles y en ropa y calzado,»que son cosas por las que la gente cada vez espera más a las rebajas». Es el caso de muchos adolescentes que se guardan el sobre de la abuela para estirar el dinero lo máximo posible cuando llegan las campañas posteriores a los Reyes. «Eso ya está pasando en los últimos años»,confirma el presidente de Cecapyme.
«No tener paga influirá,lógicamente,en los gastos de muchos funcionarios»,convino Nicolás Ortega,presidente de la asociación de comerciantes del área Puerto-Canteras. «Hay mucha incertidumbre en el sector»,comentó el empresario,que además es buen conocedor del sector de la restauración y los viajes. En este último observa que «sí se ha notado en estas fechas una bajada importante». En cuanto a los restaurantes,afirma que «los establecimientos han ajustado desde hace tiempo sus precios conforme a la demanda».
Ortega afirma que las cartas «han bajado hasta en un 30%» de cara al bolsillo del cliente,y que bares y restaurantes «han ido adaptando sus plantillas y ajustando sus costes,aunque no en todos los productos pueden hacerlo igual». De ahí que confíe en que «no bajen demasiado las salidas de empresa y las cenas de Navidad en estas fechas tan entrañables». Así,argumenta que «ahora,por 300 euros se puede tener una cena de este tipo,cuando antes nos gastábamos hasta 500 euros o más».
«Optimismo e ilusión»
Otros comerciantes afrontan con «optimismo e ilusión» la campaña navideña. Es el caso de Francisco González,presidente de la Zona Comercial Mesa y López,quien asegura que hay que poner «a mal tiempo buena cara». González admite que hay «miedo y desconfianza»,pero sobre todo,entre el público. En este punto,comenta que «es cierto que,con la paga extra,a los funcionarios siempre les quedaba algo para gastar en estas fechas. Ahora el panorama no pinta bien».
El empresario de Mesa y López sostiene que la gran mayoría de los locales «ha recurrido a las promociones o liquidaciones de stocks. Hay incluso quien los compra para ser más competitivo»,y ajustar de este modo la oferta a costes menores para el público.
Con todo,González añade que «las cosas han cambiado mucho. Hasta el punto de que ahora las grandes ventas se producen en las rebajas. Lo mejor este año debería ser que se note que hemos tocado fondo,y que se produzca un efecto rebote en la demanda,y vaya hacia arriba».
De momento,la evolución de las ventas en lo que se lleva de año ha sufrido,bajo su prisma,»un importante parón desde la segunda mitad de octubre. Algo realmente importante que hemos podido detectar». Contra el momento,se anuncian «más ofertas». y la necesidad de aguantar el tirón para que no se siga incrementando el número de establecimientos cerrados.
Otra zona comercial abierta puede quedar aún más afectada por la eliminación de la paga extra a los trabajadores públicos,que constituyen,precisamente buena parte del público de sus tiendas. Se trata de Siete Palmas,cuyos establecimientos han recurrido a la imaginación para poder atraer a más clientes y minimizar en lo posible los efectos de la crisis.
Ignacio Guerra,presidente de la asociación en la que se agrupan los comerciantes del barrio,admite que «en principio,todo lo que sea una reducción de ingresos para el cliente es malo para las tiendas». Para remediarlo,en Siete Palmas anuncian una feria al aire libre en la que se podrán obtener bonos de hasta un 50% de descuento en los locales del entorno,y la instalación de ocho terrazas en este mes de diciembre,para tratar de concentrar a un mayor número de visitantes.
Guerra también confía en un factor añadido para que no bajen las ventas en el sector textil. En una reunión reciente,los empresarios de la zona tuvieron en cuenta las previsiones del clima para esta época,»y parece que va a hacer más frío y más lluvia. Eso puede influir en las ventas de ropa y abrigos»,apuntó el representante de los pequeños empresarios.
La cuestión de las pagas puede convertir en únicas estas fiestas,por cuanto el Gobierno no prevé un recorte parecido el próximo año,y el Ejecutivo regional tampoco tiene en cartera medidas en la misma línea. Hasta la fecha no ha sido cuestión pacífica para trabajadores y sindicatos,pero tampoco para la patronal. José Cristóbal García,secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios,negó que el debate trascendente sobre el consumo navideño deba centrarse en la supresión de la extra,»porque hay miles de parados en Canarias que no tienen paga… ni nada más». A su juicio,»ahora tocan estas medidas,para poder remontar el vuelo sobre una base sólida en el futuro».
García incidió en que «el consumo no ha caído porque recorten la paga,sino porque hay mucho paro,la gente no tiene dinero y no compra»,y observó que «en realidad,el sector público no se había ajustado a estos tiempos hasta este mismo año». De hecho,las patronales siguen reclamando más ajustes en las administraciones como medida adecuada para combatir la actual recesión económica. Algo que no se arreglará en esta Navidad,que se perfila de compras caídas.