La Cadena SER ha tenido acceso al sonido de las conversaciones mantenidas en la cabina del JK5022 de Spanair que se estrelló en Barajas en agosto de 2008 y en el que murieron 154 personas y resultaron heridas otras 18. En esa grabación que registró la caja negra se escucha la voz de los pilotos,del mecánico que reparó el avión antes del mortal despegue y del tercer ocupante de la cabina que advierte de que «es un parche lo que han hecho ahí».

El archivo del sonido que quedó registrado en la caja negra del avión de Spanair que se estrelló en Barajas en agosto de 2008 y que está incluido en el sumario dura 41 minutos y 44 segundos. Arranca con la llegada al JK5022 de los dos mecánicos imputados a los que se les ha pedido que solucionen la avería. Se escucha la voz de Felipe García. Bromea y le pide a la sobrecargo «una bolsa de cacahuetes o de hielo para enfriar la sonda». El dispositivo que se calentaba en tierra y que obligó al comandante a abortar el primer despegue.
La tripulación sabe que puede cambiar de avión pero prefieren esperar a ver si mantenimiento resuelve el problema. Aun así,el comandante pide que llenen de combustible el otro aparato pero el copiloto le explica que el personal de tierra dice que «no van a cargar el otro avión inútilmente». «Voy a escribir todo esto porque es un retraso guapo,íbamos en hora»,dice molesto el comandante.
Es un parche
La avería queda resuelta o eso parece. «Yo lo despacho conforme al punto 30.8 del Mel» -el listado de equipos mínimos con los que se puede volar-,explica Felipe García,»con el heater inoperativo»-el fusible que calentaba la sonda-,añade. Esta solución no convence al tercer ocupante de la cabina. Un azafato de Spanair que había trabajado en el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial y que asegura «es un parche lo que han hecho ahí,poner hielo al sensor para que esté dentro del límite».
Después llega el final. El avión rueda por la pista y se escucha la premonitoria conversación entre los pilotos. «Nosotros vamos a pedir no volar juntos porque siempre nos hemos metido en un guiso». Después suenan las alarmas: «¿Fallo de motor?»,pregunta el copiloto. «Vuélalo,me cago en la mar,vuélalo»,es la respuesta del comandante.