Los últimos incendios que han sufrido las Islas y,en particular,el que ha afectado a La Gomera están generando un intenso debate político y social – peticiones de comparecencias en el Parlamento y el Congreso,así como manifestaciones para exigir medios y responsabilidades,que serán respondidas – Esto es importante,pero lo más urgente en estos momentos son las actuaciones para ayudar a las familias y restituir daños.
Ciertamente es necesario informar,de ahí que también en los próximos días el Cabildo de La Gomera vaya a celebrar un pleno que,entre otros asuntos,tratará el triste suceso insular. Y es importante no sólo porque rendir cuentas es un ejercicio de democracia imprescindible sino,sobre todo,para determinar y corregir carencias. Pero más necesario aún es que nos alejemos de intereses partidistas; aunemos fuerzas,y nos pongamos manos a la obra,para que cuanto antes se recupere la normalidad.
El Cabildo de La Gomera ya lo ha hecho,pues a través de la empresa pública ha contratado operarios que actúan en Valle Gran Rey,Vallehermoso y Alajeró,estando previsto que en los próximos días se amplíen las contrataciones para llegar a todas las zonas dañadas.
Han comenzado así las tareas de limpieza,recogida de materiales y ayuda a quienes requieren apoyo. No podemos olvidar que tan sólo en Valle Gran Rey se han visto afectadas 92 viviendas,de las que 43 no tienen solución y deben demolerse – corresponde al Ayuntamiento tramitar la documentación de cada damnificado,al que a nivel insular seguiremos apoyando con la información técnica,como se ha hecho hasta ahora.
Y le toca también al Ayuntamiento modificar la norma correspondiente para dar cobertura a todas aquellas viviendas que lo requieran,del mismo modo que corresponde al Gobierno canario modificar el Plan de Uso y Gestión del Parque Rural de Valle Gran Rey para adecuarlo a la nueva realidad.
Desde la Institución insular se ha ayudado a inventariar daños y evaluar costes. Las hectáreas afectadas en toda la Isla son 2.919 y las pérdidas suman 73,4 millones de euros. Conviene,por tanto,que a la acción local se sumen la Comunidad Autónoma,el Estado y la Unión Europea,si fuera posible. En consecuencia,el Cabildo ha trasladado a todas las autoridades y los partidos políticos un plan director que nos permitirá trabajar juntos.
Se trata de una herramienta que requiere consenso. Debate,pero sobre todo acuerdo para ayudar a quien de verdad lo necesita: las familias gomeras que han perdido sus propiedades,en primer lugar,y en general toda la Isla,para la que se proponen tres ejes de acción urgente.
Se incluyen el control de avenidas y erosión en los barrancos,particularmente en Valle Gran Rey y Benchijigua,además de nuevas captaciones de aguas subterráneas,y reposición de canalizaciones hidráulicas,especialmente en Valle Gran Rey,donde ya trabajan los operarios del Cabildo,que por urgencia decretó el deslinde del cauce,pero donde también se requiere la eliminación de cañaverales.
Hay que evitar escorrentías o que lleguen a la costa capas de ceniza,con la consiguiente contaminación del litoral. Se busca,asimismo,garantizar el suministro de agua,dado que los caudales de los que se abastece toda la Isla están en el Sur y se han visto afectados,igual que se vio afectada nuestra imagen exterior,a la que se orienta el segundo eje.
Tenemos que fortalecer la proyección de La Gomera con una campaña de promoción para que el turista siga viniendo a disfrutar de paisajes – en su mayoría intactos –,costumbres,gastronomía,tranquilidad o la amabilidad de las gentes. Y para conseguirlo son imprescindibles también ayudas para los comerciantes,la industria turística y el sector servicios,en general. Conviene,por tanto,que se arbitren líneas ICO y REINDUS,que permiten sostener y promover actividades,regenerar y/o crear tejido industrial.
El tercer eje se centra en la biodiversidad; engloba acciones para revitalizar nuestra flora y nuestra fauna,de modo que sigan siendo el modelo que siempre ha sido. El plan director trata,en definitiva,de responder a las necesidades insulares y atender a gomeras y gomeros como se merecen.