POR MIGUEL ÁNGEL AUTERO.- La aventura de cruzar en vuelo el Atlántico quedó atrás en los albores del siglo XX. Hoy,un vuelo transoceánico entre el aeropuerto venezolano de Maiquetía y el de Los Rodeos dura alrededor de ocho horas,si la tecnología acompaña. Pero esto no fue lo que le ocurrió a un grupo de 140 canarios que debían haber despegado a las 20:30 horas del pasado jueves con destino a Tenerife y que finalmente aterrizaron en el aeródromo tinerfeño ayer,a las 10:20 horas.

Una avería en un Boeing de la compañía Santa Bárbara Airlines (SBA) impidió que sus pasajeros salieran hacia Tenerife cuando ya habían facturado todo su equipaje. «Literalmente nos quedamos tirados en la terminal hasta bien pasada la medianoche del jueves al viernes»,denunciaba ayer Rubén Tovar,uno de los afectados,quien añade que «nadie de la compañía nos atendía para explicarnos lo que ocurría; pasaban las horas y ni agua nos sirvieron»,se quejaba ayer tras su llegada a Tenerife Norte,dos días después de lo previsto.

Tovar y el resto de pasajeros pusieron una denuncia por la cancelación del vuelo y la falta de información y atención de la aerolínea ante el INAC,organismo dependiente del Ministerio del Poder Popular para el Transporte Acuático y Aéreo de la República Bolivariana de Venezuela. «Niños con deficiencias físicas y personas de avanzada edad. Sus medicinas en las maletas,que fueron facturadas y que el personal de SBA no les devolvía». Así lo hicieron constar los pasajeros en la denuncia,una queja en la que añadieron que la compañía no les facilitaba ni agua,ni alimentos ni alojamiento».

Finalmente,un responsable de SBA se dirigió a los más de 200 pasajeros afectados para comunicarles que serían trasladados a varios hoteles de La Guaira y Caracas hasta que hubiera una aeronave disponible para volar a Tenerife. «Incomprensible –señala Tovar– que la compañía no sustituyera el avión por otro lo antes posible».
La aerolínea,posteriormente,les ofreció «una reducción del precio del billete por un 25%»,según afirmó Graciela González,que regresa a Tenerife todos los años para visitar a sus padres que residen en la Isla. Añade que SBA «nos dio la opción de cambiar la fecha del regreso a Venezuela sin sobrecoste alguno»,destaca esta pasajera,que recuerda además que el año pasado le sucedió una experiencia similar con la misma compañía,aunque el retraso ocurrió en Tenerife: «Teníamos que salir el viernes y lo hicimos el miércoles siguiente».
Carmen Giannuzzi,visiblemente enfadada aún,señaló que además de las molestias de la cancelación del vuelo «los agentes de la Guardia Nacional de Venezuela fueron unos abusadores y empezaron a tirar las maletas como si fueran sacos de arena»,denuncia. De hecho,más de una veintena de pasajeros denunciaron desperfectos en su equipaje a la llegada al aeropuerto tinerfeño. Esta pasajera se queja de que no les dieron agua y de que las azafatas de tierra «se reían» cuando pidieron las hojas de reclamaciones. «No volaré jamás con Santa Bárbara porque estuvimos tirados dos días hasta que nos subieron el sábado a un avión que venía de México»,señala.
Yeisy Fariña y su padre,Juan Máximo Fariña,tampoco olvidarán este vuelo,aunque a las quejas a la compañía hay que añadir un episodio de presunta corrupción de un funcionario de Policía del puesto fronterizo de Maiquetía.
Juan Fariña afirma que los guardias le «matraquiaron»,es decir,que le robaron. El caso es que este hombre llevaba 3.000 euros en el bolsillo para sus gastos durante los tres meses que va a estar en Tenerife y uno de los policías le dijo que debía declarar «la salida de ese dinero del país y que la cosa iba a tardar unas 72 horas para resolver el trámite»,afirma Fariña,que añade que «luego me dijo que la cosa se podía arreglar de otro modo. Me quitó 300 euros y dijo que ya podía pasar el control y marcharme».