Puesto que el mejor homenaje a un autor es recrear su obra el acto consistió en la lectura de poemas del autor elegidas por alumnos y profesores,finalizando con un romance acompañado del característico sonido del tambor.
García Cabrera se enmarca en la generación del 27 y es la principal figura de la poesía canaria del pasado,su obra traspasó esa mar a la que el poeta hizo constante referencia y su memoria nos recuerda,en tiempos nada fáciles,que “la esperanza me mantiene”.
A cara o cruz he lanzado
a la mar una moneda;
salió cuna y nací yo:
cuna o concha es La Gomera.
Súbete al roque más alto,
silba con todas tus fuerzas
hacia atrás,hacia la infancia,
a ver si el eco recuerda
las bordadas camisillas
que abrigaron mi inocencia.
Sílbame más,mucho más,
que oiga las primeras letras
del alba silabeando
los renglones de mis venas.
Silba,silba sin cesar,
y tráeme la escopeta,
los caballitos de caña
con sus bridas y cernejas,
el croar de los barrancos
y las palmas guaraperas.
Silba,silba sin descanso,
hasta llamar a la puerta
de los que en lucha cayeron
con la rebeldía a cuestas….