La Casa Real ha enviado una carta a Izquierda Unida negando que el rey fuera condescendiente con los golpistas del 23-F,como publicó hace dos meses el diario alemán Der Spiegel.
El rotativo germano sacó a la luz un informe desclasificado por las autoridades del país en el que Lothar Lahn,el que fuera embajador alemán en España cuando se produjo el intento de golpe de Estado,se dirigía al Gobierno español asegurando que el rey Juan Carlos había sido comprensivo con los insurgentes.
En la contestación a la misiva que Gaspar Llamazares decidió enviar al jefe del Estado con las mismas preguntas que le habían sido vetadas en dos ocasiones por la Mesa del Congreso,el jefe de la Casa Real,Rafael Spottorno,ha asegurado que el desarrollo y el corolario final de los hechos sobre el papel del rey el 23-F «son de público conocimiento». «No se conpadecen con la realidad»,escribe Spottorno,que añade que «no acostumbran a valorar escritos u opiniones de terceros».
La Casa del Rey ya había salido al paso de la polémica. Al día siguiente de que la revista alemana hiciera pública la información,el portavoz de la Corona se apoyaba en los muchos otros testimonios que contradecían las palabras de Lothar Lahn,quien precisó que Juan Carlos «no mostró ni repulsa ni indignación» frente a los golpistas,sino que ofreció «comprensión,cuando no simpatía».
Llamazares,que ha agradecido la respuesta,no ha entrado a valorar su contenido. Sí ha lamentado que,con los votos de PP y CiU,se rechazasen sus preguntar parlamentarias convirtiendo en «tema tabú no sólo al 23-F sino a la propia monarquía».
El órgano de gobierno de la Cámara Baja justificó su decisión en que versaban «sobre materia ajena a la competencia del Gobierno»,por referirse,aseguraron,a «supuestas actuaciones de terceros no sometidos al control parlamentario». Sin embargo,el parlamentario de IU por Asturias cree que la Casa Real es «una institución del Estado que como tal no puede estar exenta del control parlamentario» y sigue preguntándose si la Mesa de la Cámara Baja «considera que el rey es un tercero».
Entre las cuestiones planteadas a raíz de la publicación de Der Spiegel,el diputado pedía al Gobierno del PP que valorara el contenido de la nota oficial enviada por el embajador alemán en 1981. Además,reclamó conocer la ubicación de todas las grabaciones de las conversaciones telefónicas que tuvieron lugar el 23-F y el siguiente día e interrogaba al Ejecutivo sobre si tenía intención de desclasificar todos los documentos relacionados con la intentona golpista.