El discurso de investidura de Mariano Rajoy y el posterior debate parlamentario con los grupos de la Cámara dejaron claro que el nuevo presidente del Gobierno español va a desarrollar unas políticas económicas continuistas respecto a la etapa de Rodríguez Zapatero. Más duras,con una cifra global de recorte aún mayor,pero claramente continuistas. Es decir,políticas centradas exclusivamente en el control del déficit de las administraciones que,con la intensidad y plazos que se vienen realizando,como se ha venido demostrando,originan un mayor estancamiento de la economía,mayor desempleo y más personas en situación de pobreza,así como un deterioro de los servicios públicos y,en definitiva,un empeoramiento de la calidad de vida de la ciudadanía.
Zapatero hizo en su momento,entre mayo de 2010 y diciembre de 2011,un recorte de unos 15.000 millones de euros que afectó,fundamentalmente,a las pensiones (que congeló,erróneamente a mi juicio),a los funcionarios,a los que redujo un 5% sus salarios,y a las inversiones públicas.
Rajoy incrementará ese ajuste duro,de entrada y como mínimo,hasta los 16.500 millones en 2012,aunque en la práctica serán más de 20.000 si tenemos en cuenta el coste del incremento de las pensiones,que apoyamos,y del paquete de medidas de exenciones fiscales para tratar de estimular la contratación.
Todo ello suponiendo,que es mucho suponer,que se alcance el objetivo de déficit del 6% en 2011. Organismos tan rigurosos como Funcas auguran que no será así. Destacan que el déficit se elevará este año hasta el 8%,y que los recortes tendrán que incrementarse hasta cerca de los 40.000 millones; planteando,igualmente,que España ya está en recesión en el tercer y cuarto trimestre de 2011 y seguirá en recesión en el primer semestre de 2012,y que en el conjunto del próximo año la economía decrecerá un 0,5%. Un panorama muy negativo en el que se continuará destruyendo masivamente empleo.
Políticas neoliberales

La propuesta de Rajoy se centra exclusivamente en los recortes. Por el contrario,no hay ningún apunte que posibilite caminar hacia una auténtica fiscalidad progresiva modificando los impuestos directos (para que paguen más los que más tienen),no se toca a los bancos,sino que se insinúa que el saneamiento de sus balances se hará con más inyección de dinero público; y,en definitiva,se da un giro de tuerca más a las políticas neoliberales frente a la crisis económica,en consonancia con lo que ya aplicó,al dictado de los mercados,el Ejecutivo del PSOE en su última etapa y que sólo han venido produciendo más estancamiento y más desempleo.
Rajoy no ha especificado dónde hará ese ajuste duro,salvo sus referencias a no cubrir la tasa de reposición en las administraciones,pero con toda seguridad éstas sufrirán un profundo ajuste que afectará a los funcionarios y a la prestación de servicios a la ciudadanía (educación,sanidad,servicios sociales…),así como a las prestaciones por desempleo; produciéndose,además,una reducción muy significativa de la inversión pública,justo en una coyuntura en que ésta es más necesaria para estimular la economía y generar empleo.
En el terreno energético,su ambigüedad fue total,al anunciar el uso de “todas las tecnologías energéticas disponibles”,cuando por razones medioambientales y,también,de reducción de nuestra enorme dependencia,se debería apostar de manera firme por las renovables.
En el ámbito educativo insistió en el bilingüismo,asunto que compartimos,y planteó incrementar el Bachillerato a tres años,frente a los dos actuales,lo que con toda probabilidad sea a costa de reducir la Educación Secundaria Obligatoria (ESO),lo que nos parece un error. Por otra parte,considero muy difícil plantear una mejora del funcionamiento y de los resultados del sistema educativo,cuando paralelamente se le detraen recursos materiales y humanos; más aún cuando estamos situados lejos del porcentaje del PIB que dedican a Educación los países de la OCDE y los punteros de la Unión Europea.
En el plano positivo de las propuestas esbozadas por el ya presidente,valoro que no sigan congeladas las pensiones,la limitación a las prejubilaciones y la elaboración de una ley de transparencia,así como que las empresas no paguen el IVA (el IGIC,en nuestro caso) de las facturas hasta que no cobren de las administraciones públicas,y la ayuda fiscal de 3.000 euros para la contratación del primer trabajador.
Canarias
Canarias no formó parte del discurso de Mariano Rajoy hasta que la diputada y portavoz en este período de sesiones de CC-NC,Ana Oramas,interpeló al entonces candidato sobre asuntos esenciales de la vida política y económica de las Islas. Y a las que Rajoy respondió con algún compromiso,así como con disposición al entendimiento con las Islas,que fueron determinantes en la abstención de CC-NC,porque consideramos básico que el Estado se comprometa con Canarias,la Comunidad donde más ha impactado la crisis,con un desempleo cercano al 30%; al tiempo,que mantenemos una posicion crítica al entender que las políticas anticrisis no son las apropiadas
En el caso del Régimen Económico y Fiscal,Rajoy se comprometió a cumplirlo y a mejorarlo; y concretamente en materia de inversiones a que Canarias esté en la media de inversiones estatales,es decir que se cumpla el siempre vulnerado artículo 96 de nuestro REF. En el presente ejercicio presupuestario,el de 2011,eso hubiese supuesto 240 millones de euros más de inversión para las muy diezmadas inversiones públicas canarias.
No hubo referencias,sin embargo,a la negativa financiación autonómica que nos deja 545 millones de euros anuales por debajo de la media de las comunidades autónomas,y que consideramos imprescindible corregir.
Interesantes,por otra parte,fueron sus referencias a la reforma del Estatuto de Autonomía; así como sus palabras en torno a la rehabilitación y promoción turística y la continuidad de las ayudas al transporte o a la continuidad de las rebajas en las tasas aeroportuarias; así como asuntos relacionados con el apoyo a nuestro sector primario.
Como hemos venido señalando,los nacionalistas canarios trabajaremos en la búsqueda del acuerdo porque consideramos necesaria la concertación con el Estado,ya que las Islas no pueden salir solas de la crisis. Y creemos que se ha dado un paso en esa colaboración entre CC-NC y el Grupo Popular,así como entre los Gobiernos del Estado y Canarias,a lo que también deseamos contribuya la presencia en el Consejo de Ministros de un canario,José Manuel Soria,dirigiendo áreas tan relevantes como turismo y energía.
*Román Rodríguez es diputado en el Parlamento canario y presidente de Nueva Canarias