En este sentido,el grupo de trabajo del Comité Científico reunido esta mañana,y en el que participaron representantes del INVOLCAN,IGN,CSIC e IEO,se han referido a “una sismicidad que se produce a 20-26 kilómetros de profundidad,asociada a un posible mecanismo de realimentación magmática del proceso eruptivo en curso”.
Asimismo establecen otro escenario “a 10-15 kilómetros,que sí podría valorarse como precursor de una nueva erupción”. De todas formas todavía es pronto para hacer una previsión,dado que la aceleración de la sismicidad a esa profundidad,más somera,no está produciendo un incremento de la deformación. La deformación tendría que aportar en los próximos días evidencias que permitieran asegurar que se produciría una nuevo foco de emisión en el norte.
Por su parte,se espera que los resultados de los análisis de helio,realizados por parte del INVOLCAN,puedan dar mayor información. Cabe recordar que un mes antes de la erupción de La Restinga se dio un incremento significativo de este gas.
La Restinga
El proceso eruptivo del sur,sigue desarrollándose con normalidad,tal y como indican la señal de tremor registrada,y los datos recogidos por el buque Ramón Margalef,del IEO,que creen haber apreciado un hundimiento del edificio volcánico,con los datos obtenidos con la sonda acústica. Dada la turbidez del agua,no es probable que el buque pueda tomar imágenes de vídeo de la erupción submarina.