M.ÁLVAREZ/ M.HERNÁNDEZ Me alegro mucho de que le haya tocado a ella la Primitiva. Lo mejor es que los premios grandes se los ganen los pobres y no los que ya tienen dinero. Espero que tenga cabeza y ponga mucho cuidado con lo que hace y con quien se junta»,afirmó una vecina del edificio donde reside el abuelo de Neri,que de la noche a la mañana ha pasado de tener que recurrir a Cáritas a ser la titular de una cuenta bancaria con 2,2 millones de euros.
Juan Artiles,el propietario de la administración de lotería en el barrio de La Orilla,en Santa Lucía de Tirajana,donde la agraciada selló el boleto al que le correspondió un premio de primera categoría de 2.251.757 euros -más de 370 millones de las antiguas pesetas-,recordó que «ella siempre estaba amargada. Nunca se reía. Estaba sola,con su niño de menos de un año,y viviendo en casa de su abuelo y con su tío».
En su barrio cuentan que Neri iba a Cáritas para conseguir comida,así como al Ayuntamiento para solicitar una ayuda económica para poder comprar pañales para su hijo. Pero los números 24,47,39,7,46 y 19 cierran ese capítulo de su vida. Ahora la fortuna ofrece a esta joven madre un futuro sin estrecheces económicas. Las cajas de ahorros suelen ofrecer grandes beneficios a los ganadores de un premio tan sustancioso como el cosechado por Neri. Un montante de 2,2 millones de euros es suficiente para una excepción. Los bancos ofrecen entre un 6 y un 10% a este tipo de ahorros a plazos. Lo que le revertiría sólo en intereses,sería entre 11.000 y 18.000 euros al mes.
«El abuelo Domingo,Dominguito,como también le llaman,le había hecho a ella un ultimátum hace poco tiempo: o que se fuera o que buscase un ingreso porque la pensión que cobra cada mes era insuficiente para cubrir los gastos de ella,su bebé,su tío -Sergio,de unos 40 años- y él»,afirmaron varios vecinos de este humilde barrio.
Otras fuentes indicaron que su pareja sentimental se desentendió de ella cuando quedó embarazada. «Ahora,parece que la llamó para volver a estar juntos»,puntualizó una vecina.
También otra persona que telefoneó a Neri,tras tener conocimiento del premio en la Lotería que se ganó fue su madre,que se había marchado recientemente a Argentina para dar un cambio a su vida. «La madre le dijo que volverá para estar con ella»,afirmó otro vecino.
También hay quien advertía que «los familiares,salvo el abuelo,no la habían ayudado antes,ni para comprar comida para el niño,y ahora se han dado prisa para contactar con ella. Una tía suya,abogada y adinerada,que antes se desentendía de Neri,apareció el mismo lunes con el deseo de acompañarla para ir a ingresar el dinero»,declaró a este periódico otro hombre que aseguró conocer muy bien a Dominguito.
Después de ingresar el boleto en la entidad bancaria poco más se ha sabido del paradero de Neri. Parece que la afortunada ha buscado refugio estos días fuera del domicilio de su abuelo Dominguito,pues lo que todos dicen es que no se ha dejado ver por nadie. Se apuntó incluso que podía estar escondida en la casa de un familiar o en un hotel en el sur de la Isla.
El abuelo de la premiada ha procurado llevar una vida normal y cotidiana durante esta primera semana después de este acontecimiento que cambió totalmente la vida de su nieta,saliendo por las mañanas para hacer los recados,para luego estar por las tardes encerrado en su domicilio. Sin embargo,se encuentra «desbordado y agobiado por la presencia de los medios de comunicación»,puntualizaron otros residentes de la zona. Tanto él como su hijo Sergio han optado por guardar silencio cuando son preguntados en relación a dónde está la joven Neri,o sobre sus sentimientos u opiniones en relación a este premio de 2,2 millones de euros.
Su hijo es su alma
Su hijo,de menos de un año de edad,es el alma de Neri. «A pesar de ser una persona muy necesitada,siempre tenía al niño muy bien cuidado,limpio y completamente presentable»,añade una vecina del bloque de viviendas donde reside la multimillonaria que ha revolucionado el barrio de La Orilla (en el Doctoral).
Los 2,2 millones de euros que ingresó el pasado lunes en una oficina de la Caixa en Vecindario le han catapultado como una estrella de la zona. Medios de comunicación y curiosos se han acercado a su casa,sin éxito,con la esperanza de encontrarla. Sin embargo,todo ello no esconde una vida anterior llena de dificultades,que,por suerte para Neri,ya es pasado.
«Se buscaba la vida como podía para alimentar a su niño»,asiente un joven tatuado,rodeado de sus amigos,justo enfrente de la vivienda donde residía con su abuelo Dominguito. Asimismo,todos coinciden en que Neri es «muy reservada,nunca decía nada y rara vez se paraba a saludar».
La abuela de Echedey,uno de los citados muchachos,expresaba uno de los dichos más repetidos entre sus vecinos: «Para que se lo gane un rico que le sobra el dinero,que se lo gane ella. Se lo merecía»,indicó.
La misma vecina quiso aconsejar a Neri que «tuviera los pies en el suelo y que se asesorase a la hora invertir». Al fin y al cabo,un cambio tan radical es complicado de contextualizar. Lo que es seguro es que para la joven Neri nada será igual.