Se paga y punto. Que para pagar y despilfarrar el dinero público ya tenemos damnificados: los contribuyentes. Si hubiera sido al revés,los vecinos de Hermigua tendríamos mucho ruido éstos días y el aparato propagandístico funcionando con precisión.

La publicidad electoral callejera de la coalición de partidos que apoya a la candidata Clemente,nos vende éstos días sin ningún rubor,que Hermigua debe tener un alcalde que sea de éste municipio (los otros candidatos nacieron por lo visto en Pernambuco),hablan del fomento y protección de la agricultura tradicional con una frivolidad que pone los pelos de punta,si no fuera porqué jamás los agricultores de éste municipio han estado tan desprotegidos y abandonados.

Nos vende una milonga con la «alcaldesa» que cuida y mima los barrios y los caseríos. Los que vivimos aquí sabemos que los visita cada cuatro años,es decir,ha pasado dos veces y «casualmente» en las últimas dos campañas electorales. Si se dan una vuelta,verán el abandono,la suciedad y el maltrato al que han sido sometidos en éste tiempo por la «alcaldesa de los barrios».

Mejor no detenernos en la falta de autoridad en la gestión de las obras de la nueva travesía de Hermigua. El caos y el desastre en la organización de vías alternativas para todo el tráfico rodado del norte de la isla ha provocado multitud de quejas,molestias y enfado ciudadano.

Él mérito de tener durante unas horas todas las vías interiores cerradas y la mitad de la isla incomunicada pasará sin duda alguna al registro de los disparates y del desatino. Los responsables municipales se han desentendido de la vigilancia y el control de las obras de la travesía que debido a su complejidad y dificultad ha ocasionado graves perjuicios a la ya de por sí frágil actividad comercial y económica de Hermigua.

Los que aparecen ahora como «adalid» en la defensa y protección de los intereses de los empresarios locales no han sido capaces de proponer la rebaja o la congelación de los impuestos a sus negocios mientras concluyera la ejecución de las obras de la carretera. Ni Carmen de Mairena lo hubiera empeorado.

De más improvisaciones,ocurrencias y aparatosos errores en la gestión política les hablaré otro rato.