Aarón Rodríguez Ramos

Este viernes tres partidos políticos muy distintos (PSOE, Iniciativa por La Gomera (IxLG) y Coalición Canaria (CC)) alcanzamos un acuerdo para luchar contra la pobreza energética en La Gomera. El acuerdo contemplaba tres propuestas: hacer públicos los supuestos estudios de pobreza energética en la isla de los que dispone el grupo de Gobierno (ASG) –que al parecer, según su portavoz en el último pleno ya no existen sino que están «encargados»– aprobar un incremento de las ayudas de emergencia social que sirviera para pagar facturas de luz impagadas por personas y familias vulnerables y modificar las bases de las ayudas sanitarias y extraordinarias para que se pudieran acoger también a renovación de electrodomésticos por otros más eficientes energéticamente, a fin de reducir el coste de la factura de la luz.

Es un acuerdo que nace de la moción que registré como consejero el pasado mes de enero. En la propuesta original, desde Iniciativa por La Gomera (IxLG) solicitábamos equipararnos con el Cabildo de El Hierro, que ya dispone de una línea de ayudas para pagar facturas de la luz y renovar electrodomésticos por otros más eficientes energéticamente de personas y familias vulnerables.

En el anterior pleno de febrero, atendiendo a las peticiones de ASG para llegar a un acuerdo con todos los grupos, accedí a posponer su debate y aprobación a este pleno de marzo. A pesar de los intentos realizados por todos los grupos políticos para alcanzar un acuerdo con ASG y cuando todo parecía apuntar a la unanimidad, el partido de Casimiro Curbelo decidió no sumarse al acuerdo a pocas horas del pleno del pasado viernes sin apenas explicaciones. A día de hoy, la estrategia resulta evidente: Curbelo usó el espejismo del acuerdo para retrasar el momento de la votación y ganar tiempo para ver con qué ocurrencia genial podía aparentar que se está trabajando en buscar una solución.

Lamentablemente los gomeros y las gomeras no estamos para ocurrencias de última hora. La pobreza energética es un problema estructural, que se debe resolver con una reforma en profundidad del mercado energético español, pero mientras tanto hay personas y familias en nuestra isla que se quedan sin luz porque no pueden pagarla. Porque, como hemos leído recientemente en prensa, La Gomera es la isla más afectada por la pobreza, algo que se agrava con la actual situación de crisis económica y social sin precedentes. El desempleo, los ERTE y la destrucción de la economía han producido una caída de las rentas familiares que impide el acceso a bienes tan elementales en pleno siglo XXI como la electricidad.

En plena pandemia, jugar a la mezquindad partidista sin dar soluciones reales y efectivas, sino un mero titular delante de una autobomba, no es ético ni moral.  Es triste comprobar cómo tenemos un presidente del Cabildo ausente de los problemas de la isla, que desconoce los temas que se tratan en sesión plenaria y que a poco que se le pregunta sobre los anuncios que realiza en prensa –como el supuesto bono eléctrico– no tiene ni idea de lo que habla. Ahora, además, tenemos un presidente alejado del acuerdo, casi un radical que solo se extrema a la hora de escucharse y hacerse caso a sí mismo.

En esas coordenadas del “trumpismo” como forma de hacer política no nos encontrará. Porque a pesar de que se esfuerce con estas pequeñeces en hacer mella en la oposición, el espíritu crítico, constructivo y propositivo de Iniciativa por La Gomera (IxLG) seguirá intacto.

Seguiremos formando parte de las soluciones, no de los problemas.