Durante el verano, muchos padres deciden que sus hijos vayan a un campamento. Se trata de una decisión complicada para ellos, puesto que no saben si sus hijos están lo suficientemente preparados para ello. Sin embargo, a veces toman ese riesgo: se separan de ellos por una temporada, que suele ser unas dos o tres semanas y les dejan solos en un ambiente totalmente desconocido para ellos. De esta forma, los pequeños pueden convertirse en personas más autónomas, es decir, pueden tomar decisiones por sí mismos sin requerir ayuda de nadie.

Llegado el otoño y la vuelta al cole, los pequeños también suelen irse de excursión como actividad extraescolar, un viaje que suele ser muy similar a los campamentos estivales. A partir de los 6 o 7 años aproximadamente es una edad perfecta para que puedan realizar dicha actividad. Es verdad que dejarles solos significa depositar cierta confianza en ellos, sobre todo en lo relativo a su madurez, pero a pesar de ello se recomienda tener en cuenta varios aspectos sobre los que tomar precauciones.

Una de las cosas más típicas de los campamentos es compartir habitación con los compañeros y amigos. Por tanto, conviene estar seguro de que el niño sea consciente de que tiene que guardar bien sus pertenencias. A veces, al final de los campamentos los pequeños suelen reconocer haber perdido alguna prenda o cualquier otra cosa durante su estancia. Por eso, se recomienda prevenir estas situaciones mediante el uso de etiquetas adhesivas para ropa u otros objetos. Así, todas las pertenencias que se lleven al viaje estarán personalizadas y, por tanto, protegidas. Existen varios tipos de etiquetas que sirven para este tipo de ocasiones:

  • Termoadhesivas de tela: de algodón/poliéster muy suaves. Las de tela permiten colgar la ropa de los colgadores sin que la etiqueta moleste en el cuello ni roce la piel. Éstas pueden ser clásicas, de colores, de vinilo de color o con foto y doble ancho.
  • Cosidas, que no se despegan ni se borran. Perfectas para colgar las botas y chaquetas. Son 100% de algodón.
  • Adhesivas, para marcar libros, libretas, lápices o cualquier otro artículo de material escolar. Además, también permiten personalizar el cepillo de dientes, peine, neceser, vasos, móvil…

Todos los tipos de etiquetas son resistentes al uso de la lavadora y de la secadora, además de aguantar el lavado a las altas temperaturas. Asimismo, las etiquetas adhesivas para los objetos son resistentes al uso del lavavajillas, microondas y el congelador. Por ello, esta es la mejor forma de identificar cualquier pertenencia en caso de pérdida o robo.

Otra de las cuestiones importantes a tener en cuenta al enviar a los pequeños a un campamento o a una excursión de varios días es saber cómo manejará éste la separación de los miembros de la familia. Antes de tomar la decisión de que se vaya de viaje, se recomienda ver si no tiene ningún problema a la hora de dormir en una casa ajena, es decir, con alguno de sus amigos o primos. Si su comportamiento en esas circunstancias es el adecuado significa que, previsiblemente, será capaz de adaptarse a entornos nuevos sin ningún tipo de problema. Para analizar su capacidad de adaptación social conviene analizar cómo se comporta en el colegio o en fiestas de cumpleaños, es decir, si allí suele encerrarse en sí mismo o si, por el contrario, se relaciona con un grupo de amigos.

El tema de las comidas es otro de los aspectos en los que fijarse, ya que en los campamentos suele haber un menú generalizado para todos los niños, por lo que éstos no pueden elegir según sus gustos. Para anteponerse a las situaciones de este tipo, lo recomendable es acostumbrar a los pequeños a comer todo tipo de alimentos. Normalmente, algunos pueden llegar a ser muy reticentes con según qué productos, pero es posible dar solución a este problema. Por ejemplo, el pescado se puede cocinar al horno con algún tipo de salsa que al niño sí le guste para poder quitar el sabor que no sea bienvenido. En cuanto a las verduras, se pueden poner como acompañante de la carne para que hacer un plato más atractivo. En caso de que los pequeños tengan alergia a algún alimento, habrá que avisar a los monitores para que lo tengan en cuenta y así eviten posibles consecuencias nocivas para la salud de los niños.

Los niños que suelen ir a este tipo de actividades extraescolares disfrutan plenamente su libertad en compañía de sus compañeros, que después se convierten en amigos. Además, aprovechan la ocasión para desarrollar muchas de sus capacidades, ya que pasan mucho tiempo en contacto con la naturaleza y conocen muchos lugares nuevos. Todos los recuerdos que ‘fabriquen’ en estos lugares, se quedarán en su memoria para siempre y, por tanto, estarán muy agradecidos por ello.