Pancartas contra Trump en la marcha de Ciudad de México. CHRISTIAN PALMA

Decenas de miles de personas salieron a la calle este domingo en la capital mexicana para decir no a Donald Trump y pedir al Gobierno de Enrique Peña Nieto dignidad y firmeza para enfrentar a su mayor amenaza. Las marchas fueron convocadas por más de 80 organizaciones, entre ellas las principales universidades, y respaldadas por decenas de personalidades. Solo se exigía que no se exhibieran colores partidarios ni se profirieran consignas políticas más allá de la letra del himno nacional. Es la primera gran protesta de México contra Trump y se produce 92 días y una larga lista de insultos después de su victoria electoral.

Según informa Jacobo García para el periódico El País, los mexicanos exigieron «respeto» y «dignidad» al presidente estadounidense y a su Administración. Antes que México, los iraníes habían protestado en la calle contra las políticas de Trump, pero en el vecino del sur, el más agraviado por el republicano, han sido masivas e innundaron las principales avenidas del país bajo el lema #Vibramexico. Aunque el lugar más visible fue la capital mexicana, a la marcha se unieron más de 20 ciudades de todo México y unas 80 organizaciones. Entre ellas la UNAM, la mayor universidad de América Latina, una institución que no participaba en una manifestación desde dos meses antes de la masacre de estudiantes de 1968. Destacados intelectuales como Enrique Graue, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín o Enrique Ochoa, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se sumaron a la marcha.

«Inicialmente pensábamos que se trataba sólo de amenazas de campaña pero lo que [Trump] está haciendo desde que ganó las elecciones es impresentable. Su discurso racista concentra todo lo que nos duele y nos ofende», criticó María Elena Morera, dirigente de Causa en Común, una de las organizaciones convocantes. «Hemos pasado del desconcierto inicial a un momento de unidad. Ya estamos movilizados y ya despertamos», añadió.

Además de un no rotundo a las políticas de Trump, los organizadores incluyeron una lista de exigencias al Gobierno de Peña Nieto en su errática relación con la Casa Blanca. Pidieron defender a México y a los mexicanos ante las amenazas de nueva Administración republicana. Y exigieron al Ejecutivo del PRI «evitar la simulación y asumir acciones concretas e inmediatas para combatir la pobreza, la desigualdad, la corrupción y la impunidad».

México se encuentra en pleno reacomodo tras el ciclónico aterrizaje de Trump, que lleva casi tantos días en la Casa Blanca como agravios vertidos. Al desconcierto inicial se suma ahora la ira contra un mandatario que ha ofendido a México desde que sus días de candidato a la presidencia y que dedica a su vecino del sur ofensas más racistas y desagradables.

En lo diplomático, Trump ha insistido en construir un muro en la frontera entre los dos países. En lo económico, tan sólo con un puñado de tuits ha impedido la creación de miles de puestos de trabajo México, amenazando con subir los aranceles a las empresas que allí se instalasen. Ford, de hecho, transigió y rechacó la construcción de una nueva planta en San Luis Potosí

En lo social México, se prepara para una deportación masiva de cientos de miles de mexicanos indocumentados que viven en la ilegalidad en Estados Unidos amenazados por una nueva política migratoria que ha intensificado las redadas en los varios latinos de Los Ángeles.

Para hacer frente a Trump Peña Nieto ha pedio insistentemente unidad a los mexicanos pero la calle y la oposición se han adelantado a Peña Nieto. Al cierre de esta edición estaba previsto que Andrés Manuel López Obrador, candidato líder en las encuestas para las elecciones de 2018, hablara en Los Ángeles frente a los cientos de indocumentados que se sienten amenazados.

Denisse Sucilla, de 30 años, lleva una camiseta en la que pide respeto para México. «Es el momento de unir a los mexicanos, Trump nos ha servido de excusa para encarar nuestros problemas internos. Tenemos que enfrentar el reto pero sin corrupción, sin mal gobierno y unidos» Denisse había llegado a la marcha con varis pancartas en la mano para repartir a su amigas y una de ellas se lee «Ellos no son Trump igual que nosotros no somos Peña».

Apabullado por los gritos de la manifestación de la capital, Ignacio Maz, jubilado de Ford, ha seguido muy impactado lo que ha sucedido con su antigua empresa. Sin embargo, de todo lo escuchado hasta ahora lo que más le molesta es el polémico muro que Trump pretende construir entre México y Estados Unidos. «¿Cuántos latinos van a morir intentando pasar ese muro? ¿Cuántas vidas va a costar su pendejada?», se pregunta. «El resto de países de América deberían unirse a México en la protesta» añade.

No ha sido su única medida proteccionista. El republicano ha impuesto una renegociación unilateral el actual tratado de libre comercio que mantenían Canadá, México, y Estados Unidos desde 1994 y desde la bancada republicana hay voces que piden gravar con un 2% las remesas que llegan desde Estados Unidos para pagar el muro.

La marcha dividió también a algunos estamentos de la sociedad mexicana. Isabel Miranda de Wallace, presidenta de una asociación contra el secuestro, convocó a última hora una marcha paralela al entender que la convocada por #Vibramexico era demasiado crítica con el presidente Enrique Peña Nieto.