Las mujeres fueron pioneras en muchas protestas históricas. Ellas enarbolaron las reclamaciones por el sufragio universal, ellas pusieron las bases del pacifismo, reclamaron derechos civiles y ahora, en pleno siglo XXI, ellas también son las primeras en ponerse al frente de las protestas contra el recién investido presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dentro y fuera del país.Manifestación Mujeres en contra de Trump

Miles de personas han abarrotado desde el mediodía de este sábado las calles del centro de Washington para asistir a la denominada «Marcha de las Mujeres» con la que rechazan al nuevo mandatario estadounidense y sus políticas. La imagen de hordas de mujeres y hombres en la explanada de jardines del National Mall dan fe de una de las protestas más masivas de la historia del país. Las cifras apuntan a medio millón de ciudadanos clamando por la diversidad, la igualdad, la inclusión, los derechos reproductivos, la condena al racismo y la misoginia de las que Trump ha hecho gala en los últimos meses.

La asistencia ha sido tan apabullante que los organizadores han tenido que cambiar sus planes. En lugar de recorrer la distancia del Capitolio -donde Trump juró el cargo y se encuentra el Congreso- hasta la Casa Blanca, la marcha ha tenido que quedarse en una concentración porque toda la ruta estaba llena de gente. Desde el Monumento a Washington, que está situado frente a la Casa Blanca, hasta el Capitolio, era prácticamente imposible caminar.

Así pues, tras la ceremonia de asunción del cargo con menos público de la Historia reciente de EEUU – apenas un cuarto de millón de personas – Donald Trump ha comenzado su mandato con la mayor ‘contraceremonia‘ que jamás haya tenido que afrontar un presidente. Una ‘contracermonia’ en la que se coreaban eslóganes del estilo de «No es mi presidente», y que reflejaba la división racial de EEUU. El viernes, en la jura del cargo de Trump, la inmensa mayoría de los asistentes eran blancos; hoy, en la protesta, había blancos, pero también un número considerable de negros, latinos, y asiáticos. Y, obviamente, muchas mujeres, que eran, en buena medida, las protagonistas del evento. Michael Flynn, el hijo del consejero de Seguridad Nacional de Trump, el ex general Mike Flynn, y ex miembro del Comité de Traspaso de Poderes del nuevo presidente, tuiteó, en relación a las mujeres del evento: «¿Qué MÁS queréis? Manicura y pedicura gratis?» El senador republicano Ted Cruz acusó a los millones de manifestantes de haber sido pagado por el financiero George Soros «u otros».

Ninguna de estas provocaciones, sin embargo, amedrentaron a las decenas de miles de personas que querían expresar su voz. Desde primera hora del sábado las estaciones del metro que da servicio a Washington y su área metropolitana estaban llenas de ciudadanos que iban a acudir a la marcha, que tiene entre sus impulsoras a famosas como Scarlett Johansson, Katy Perry, Julianne Moore o America Ferrera.

Ferrera, la actriz de origen hondureño, ha sido una de las primeras en intervenir para dirigirse a las manifestantes. «No podemos pasar de ser una nación de inmigrantes a ser una nación de ignorantes», aseguró en referencia a la promesa de Trump de deportar a entre dos y tres millones de inmigrantes y construir un muro en la frontera con México. «El presidente (Trump) no es Estados Unidos. Nosotros somos Estados Unidos y estamos aquí para quedarnos», proclamó Ferrera.

Otra actriz, Scarlett Johansson, también tomó la palabra para pedir a las mujeres que «no renuncien a su poder» y que se mantengan activas en sus proclamas. «¿Fuiste al ginecólogo?», arrancó la protagonista de Match Point para reivindicar los derechos de las mujeres a la hora de obtener asistencia médica y reproductiva. «Yo no voté a Donald Trump, pero respeto que seas nuestro presidente. Quiero apoyarte, pero quiero que me apoyes a mi, a mi hermana, a mi madre, a mis amigas, a todas las mujeres», reclamó ante la arenga de los participantes.

El cineasta Michael Moore ha roto una portada de periódico de este sábado con la noticia de la investidura del nuevo presidente. «La mayoría de americanos no quería a Trump en la presidencia», ha dicho el director de éxitos como Fahrenheit 9/11. Moore también ha recitado algunas de las cosas que se pueden hacer para contrarrestar al nuevo dirigente: «Despierta. Lávate los dientes. Prepara café. Saca al perro y luego llama al Congreso. Intégralo en tu rutina […] Ellos no sabrán como frenarlo»

A través de su cuenta de Twitter, la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien perdió las elecciones del pasado noviembre ante Trump, dio las gracias a los manifestantes por, en sus palabras, «hablar y marchar por nuestros valores».

Thanks for standing, speaking & marching for our values @womensmarch. Important as ever. I truly believe we’re always Stronger Together.

El ex secretario de Estado, John Kerry, la cantante Alicia Keys o Madonna, que ha lanzado un mensaje de esperanza -«El bien no ganó en estas elecciones, pero ganará al final»-, no han querido faltar a la cita.

Mujeres famosas y no famosas han sido objeto de las críticas y burlas de Trump durante meses. Durante su campaña electoral, Trump fue acusado de toqueteo y comportamiento indebido por varias mujeres, despreció a una ex Miss Venezuela por tener sobrepeso, insultó a los inmigrantes mexicanos, llamándolos «violadores» y «narcotraficantes», se burló de un periodista discapacitado y amenazó con cerrar las fronteras del país a todos los musulmanes.

«La Marcha de las Mujeres enviará un claro mensaje al mundo y a nuestro nuevo gobierno en su primer día en el cargo de que los derechos de las mujeres son derechos humanos», dijeron los organizadores.

Todo surgió con una idea de una desconocida abogada jubilada de Hawai, Teresa Shook, que creció como bola de nieve en las redes sociales. «¿Y si las mujeres desfilaran masivamente en Washington durante la investidura?», preguntó. Cuando fue a acostarse, tenía 40 «Me gusta». Cuando se despertó, más de 10.000, y la llamada siguió creciendo.

Gorro rosa

Entre los carteles que llevan los manifestantes podía leerse: «En las mujeres confiamos», «No puedes pararnos, tenemos a Meryl Streep», y otro de los mensajes en camisetas es «El futuro es mujer».

Un símbolo destacaba por encima de todos: los gorros rosas o pussy hats, como se les llama en inglés, con orejas de gato: es un juego de palabras ya que pussycat es gatito y pussy es coño, con un tono peyorativo.

La palabra recuerda directamente a un audio de 2005 filtrado en la campaña electoral en el cual Trump, conocido por su retórica polémica y divisiva, aseguraba que «cuando eres una estrella, (las mujeres) te dejan hacerlo. Puedes hacer lo que quieras. Puedes agarrarlas por el coño».

Este sábado algunas manifestantes agitaban pancartas que leían «Este no puedes agarrarlo» o «Los coños pueden morderte».

La marcha ha estado oficialmente apoyada por Amnesty International y Planned Parenthood, la mayor red de planificación familiar del país, al cual los republicanos del Congreso quieren quitar financiamiento. También ha estado presente el movimiento Black Lives Matter, una asociación especializada en la denuncia de abusos policiales contra los negros.

Otras marchas

Pero la de Washington no ha la única manifestación contra Trump. Por todo EEUU hubo marchas similares organizadas por asociaciones de mujeres que protestan contra el presunto sexismo del presidente, pero a las que luego se han sumado numerosos grupos de izquierda. Y, al igual que en Washington, la asistencia tendió a superar las expectativas de los organizadores. En Chicago, la ciudad en la que Barack Obama labró su carrera política antes de saltar a la presidencia, pasó lo mismo: hubo tanta gente que la manifestación tuvo que convertirse en una concentración.

Los Ángeles, Nueva York o Boston también han acogido multitudinarias manifestaciones en las que el ambiente pacífico, las pancartas de protesta y los gorros rosas han sido la tónica dominante.

Fuera de EEUU, países como Australia y Nueva Zelanda también han sido escenarios de protestas. Miles de hombres y mujeres se han congregado en Sydney, Melbourne, Wellington o Auckland para expresar su rechazo al nuevo mandatario estadounidense.

En España, las mayores concentraciones se han dado en Madrid y Barcelona. En la Ciudad Condal, unas 700 mujeres según cifras de la guardia urbana se han echado a las calles. Entre ellas había féminas estadounidenses que residen en Cataluña y otras llegadas desde otros puntos, como Baleares. En la capital, el punto de encuentro de decenas de manifestantes ha sido la Embajada de Estados Unidos, donde se han coreado frases como «¡Fuera Trump!» o «El próximo muro será en la Casa Blanca».

En Berlín cientos de personas han secundado las protestas. «Si no hay justicia no hay paz» o «Soy feminista», han sido algunas de las consignas pronunciadas por los manifestantes que se congregaron en la céntrica Plaza de París, en la que se encuentra la puerta de Brandenburgo, respondiendo al llamamiento de la rama del Partido Demócrata para los estadounidenses expatriados (Democrats Abroad).

En Londres, las organizaciones feministas lanzaron la convocatoria en la ciudad y en otros puntos de Reino Unido como Edimburgo, Liverpool, Manchester, Belfast, Cardiff, Leeds o Bristol. El itinerario de la capital salió de la plaza Grosvenor, pasando por la embajada norteamericana y por el centro de la ciudad hasta Trafalgar Square, donde la presentadora de tele Sandi Toksvig y la diputada laborista Yvette Cooper se dirigieron a los manifestantes. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, la escritora americana Bonnie Greer y la cantante Lily Allen participaron también en la marcha, tal y como informa Conxa Rodríguez.

Al son de canciones como Imagine de John Lennon o de música caribeña (los tramos animados con música eran los más concurridos) la protesta se desarrolló con ambiente festivo. Abundantes acentos americanos entre los manifestantes y también españoles residentes en Londres. Los organizadores calcularon entre 80.000 y 100.000 manifestantes. Según la Policía, Trafalgar Square acoge a 50.000 personas no apretadas. La plaza y sus alrededores estaban repletos cuando los manifestantes se concentraron dentro y fuera de la plaza porque no cabían en ella.

En París, al menos 2.000 personas se concentraron cerca de la Torre Eiffel con pancartas en las que se leía «Libertad, igualdad, hermandad», en referencia al lema nacional de Francia.

Ámsterdam, Ginebra, Budapest, Tel Aviv son otras grandes ciudades en las que miles de personas se han concentrado para mostrar su rechazo al nuevo presidente de EEUU y a sus políticas.