Mariano Rajoy ha aceptado este jueves el encargo del Rey de intentar buscar apoyos para formar Gobierno, aunque no ha aclarado si se presentará o no a la investidura si al final no los logra. El candidato popular cuenta hoy solo con el respaldo de los 137 diputados del PP y la abstención de los 32 de Ciudadanos. Cuando se le ha preguntado varias veces si se presentará a la investidura «en un plazo razonable» tras abrir otra ronda de contactos políticos y aunque no consiga los escaños necesarios, el líder del PP ha contestado: «No conviene adelantar acontecimientos, mucho menos en circunstancias como esta».

Rajoy ha anunciado que, en todo caso, se dirigirá, de «manera preferente» y desde este mismo viernes, a los partidos constitucionalistas. El presidente en funciones abre ahora un nuevo periodo indeterminado de consultas —»un plazo razonable», ha dicho sin precisar— para intentar conseguir los apoyos necesarios. «Voy a redoblar los esfuerzos de negociación», ha añadido el líder popular, que ha descartado así la alternativa que Albert Rivera le planteó a Felipe VI, de conformar un Gobierno de coalición entre los tres grandes partidos constitucionalistas, aunque sin el líder popular en La Moncloa.

El jefe del Ejecutivo insistirá en pedir el respaldo del resto de partidos para desencallar el bloqueo. «Los demás también tienen que colaborar», ha dicho en una comparecencia en La Moncloa, «para evitar unas terceras elecciones». Rajoy pide, concretamente, la abstención del PSOE, que este jueves, una vez más, ha repetido que no respaldará al PP, ni por activa ni por pasiva. Pedro Sánchez incluso ha dicho que, pese a su voto en contra, Rajoy debe someterse ya la investidura, «cuanto antes», porque lo «realmente trascendente» del proceso es «poner en marcha el motor de la democracia» y no el resultado de dicha sesión.

Rajoy, sin embargo, no ha fijado una fecha e, incluso, ni siquiera es seguro que, en efecto, se presente a una sesión de investidura si antes no consigue los apoyos (como sí hizo Pedro Sánchez, que se sometió a votación solo con el apoyo del PSOE y Ciudadanos). Los periodistas le han preguntado algunas veces y el líder popular ha dado la misma respuesta: él buscará apoyos, sin precisar si se presentará o no a la investidura.

«Todo el mundo debe tener la seguridad de que cumpliremos con nuestra obligación», ha insistido Rajoy, que ha destacado que la propuesta que presentó a los partidos está abierta a cambios. El PP no comparte la propuesta que Rivera le ha planteado al Rey: desbloquear las negociaciones con un Ejecutivo sin Rajoy al frente, aunque también conformado por los populares. La otra opción, un Gobierno de Rajoy en minoría, será posible si todos los partidos de la oposición se unen en una abstención, según ha planteado Rivera.

Rajoy ha aceptado el encargo, a pesar de que colaboradores muy cercanos y dirigentes populares han dicho públicamente que no es lo más conveniente presentarse a una investidura si previamente no se cuenta con los apoyos necesarios. Por ejemplo, el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, había aconsejado al líder del PP no aceptar la propuesta porqueno «tendría sentido» intentar una investidura «cuando se tiene el pleno convencimiento de que es imposible».