Ya está aquí el verano, la estación más cálida del año. Hay más horas de luz solar, los días se alargan y tenemos más ocasiones para compartir y disfrutar al aire libre con familiares y amigos. Nos adentramos, además, en la época de vacaciones por excelencia, de modo que es posible concluir que el tiempo invita a la felicidad, pero también a ser responsables.

Los expertos han advertido del alto riesgo de incendios forestales. Las previsiones señalan que no sólo viviremos uno de los veranos más secos de los últimos años, sino que también habrá uno de los niveles más altos de humedad. Ya lo hemos comprobado estos días pasados, en los que se registró el primer conato e incluso ha sido necesario decretar la alerta por razones meteorológicas.

Las temperaturas han alcanzado hasta 34 grados y, por consiguiente se ha prohibido encender fuego, hacer quemas agrícolas, barbacoas y espectáculos pirotécnicos en las áreas forestales. Se ha regulado también que no se puede utilizar maquinaria que provoque chispas como motosierras, radiales o aparatos de soldadura, entre otros.

Y es que todas las medidas son pocas si tenemos en cuenta el peligro real tanto para las personas, como para las infraestructuras y, muy especialmente, para la rica y singular masa boscosa que guarda nuestro archipiélago.

La Gomera atesora un bosque único, reconocido no sólo como uno de los valores del país, a través de la declaración como Parque Nacional, sino que también es Patrimonio de la Humanidad, por designación de la Unesco.

Nuestro preciado Parque Nacional de Garajonay es una tupida selva conformada por diferentes especies vegetales, que ha sido reconocido como la mejor muestra de la laurisilva que pobló Europa hace miles de años; ocupa una extensión de unas 4.000 hectáreas, y equivale a casi el 11 por ciento de la superficie total de la isla.

En este espacio se centran los esfuerzos de 122 operarios que desde el pasado lunes trabajan en la campaña de vigilancia y prevención, puesta en marcha por el Cabildo de La Gomera, con un presupuesto cercano al millón de euros, y que se prolongará hasta el próximo mes de octubre.

Se suman también  los recursos aportados por el Parque Nacional de Garajonay, y debemos sumarnos todos, pues de nosotros depende la conservación de este valioso legado que hemos heredado de nuestros antepasados; que debemos transmitir a las futuras generaciones, y al que en gran medida se vinculan nuestras oportunidades de progreso y calidad de vida.

La prevención es decisiva y tenemos que implicarnos: ciudadanos, asociaciones y empresas, gobiernos locales, y también la administración regional y nacional. Así lo ha manifestado Agrupación Socialista Gomera (ASG) en el Parlamento de Canarias, donde hemos defendido tanto la necesidad de que La Gomera cuente con un helicóptero con base permanente en la isla, como la creación de una Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) en Canarias.

Los dos planteamientos han sido bien acogidos, pues por primera vez, después de 16 años de lucha, este verano tenemos el dispositivo aéreo del que nunca se debió privar a la isla. El tiempo de respuesta y la capacidad de acción son cruciales cuando se necesita actuar.

Y también ha sido asumida nuestra propuesta sobre la BRIF, sobre la que ya hay compromiso para el próximo año. Se trata de crear una unidad helitransportada especializada en la extinción de incendios forestales, o lo que viene a ser lo mismo, reforzar nuestra protección.

Los medios son importantes, pero no lo es menos la responsabilidad y la prudencia. Cuidemos nuestros actos para nunca más tengamos que vivir situaciones desagradables como aquellas a las que ya nos hemos tenido que enfrentar. Las islas lo merecen.

Casimiro Curbelo /Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera